Toni Polster, un mito para toda una generación de sevillistas, ha estado presente en el Ramón Sánchez-Pizjuán, donde ha disfrutado de un espectacular ambiente y del triunfo de su ex equipo, al que le sigue teniendo un enorme cariño.

El artillero zurdo austríaco asistió al derbi con Domingo Pérez, el también recordadísimo masajista y fisioterapeuta por cuyas manos han pasado cientos de futbolistas del Sevilla.

Polster se paseó por los alrededores del Ramón Sánchez-Pizjuán después del pitido final de Del Cerro Grande y la explosión de júbilo de una afición entregada, como destacaron Rakitic o Lopetegui. Y muchos sevillistas lo reconocieron y se hicieron fotos con el que fue su mito entre 1988 y 1991, en un ambiente de euforia lógica tras el triunfo en el derbi.

El austríaco, todo un personaje que también ha sido cantante de rock, jugó 110 partidos en las filas del Sevilla y marcó 57 goles, llegando a pelear por el Trofeo Pichichi en la Liga 89-90, su mejor temporada, que coronó el Sevilla con la clasificación para la Copa de la UEFA, aunque finalmente lo superó Hugo Sánchez con 38 tantos, en una época en la que tiraba los muchos penaltis que le pitaban al Real Madrid...

No es la primera vez que Polster visita Sevilla desde que saliera del club de Nervión. Aquí dejó grandes amigos y una profunda huella, como delantero de recursos, de enorme zurda y buen cabeceador. Un delantero centro con un carisma especial, al que muchos sevillistas siguen recordando de aquella época en la que el Sevilla no ganaba títulos, pero ofrecía grandes tardes y grandes noches, como las que ofreció Polster en su corta pero prolífica etapa, en la que más de una vez hizo vibrar hasta sus cimientos el Ramón Sánchez-Pizjuán.