Muy mermado por las bajas, sin pilares como Diego Carlos, Acuña, Fernando, Ocampos o Papu Gómez, que le dan empaque de equipo competitivo, el Sevilla fue superado por el brío, la presión adelantada y también el fútbol de un West Ham que leyó mucho mejor las distintas fases del partido.

De inicio, el equipo de Lopetegui se vio superado por la salida vibrante de un West Ham espoleado por el repleto London Stadium. El centro del campo se vio rebasado, Delaney tuvo que dar un paso atrás, Koundé y Gudelj se desdoblaron para tapar centros y disparos y Rakitic ni contenía, ni presionaba a Rice ni conectaba las líneas en un desbarajuste que tardó en arreglarse. La salida de Augustinsson y los gambeteos de Tecatito Corona ayudaron a sacudir esa presión asfixiante. Pero Areola le hizo un paradón a En-Nesyri (27') en la única ocasión clara y, cerca del descanso, un error en la salida de Delaney produjo una cadena de yerros y el 1-0 en una buena acción de Antonio.

Informe técnico. Análisis: Eduardo Florido. Fuente: elaboración propia.

Aun así, el Sevilla tuvo una buena reacción en la segunda mitad, cuando, ya con Óliver Torres, encontró la pieza con la que amansar al West Ham. Hubo criterio en la distribución, hubo llegadas, se activó la banda derecha. Pero eso no se tradujo en un peligro real por la falta de acierto en el último pase, el último centro o el remate, como el de Tecatito en una gran acción de Jesús Navas y En-Nesyri, lo único meritorio quizá en la segunda parte (70’).

Ya en la prórroga, el West Ham terminó de imponer su físico, también su fútbol, ante un Sevilla ya mermado sin Tecatito. Todo se desmoronó con el agotamiento de Gudelj y otro desajuste defensivo, con los dos laterales muy lejos de sus pares: Fornals, el del primer disparo, y Yarmolenko, el que remachó a placer.

Defensa

El Sevilla tuvo que defender en un bloque bajo en muchas fases del partido empujado por el West Ham, y ahí se bandeó medio bien. El problema fue en las transiciones ataque-defensa. Más rápido y vertical, el West Ham superó a un centro del campo mal escalonado que echó demasiado en falta a Fernando, que ni siquiera estuvo en el banquillo. El Sevilla sufría en los repliegues. Sufría también en las segundas jugadas que ocasionaba Antonio cuando controlaba sin que Gudelj obtuviera ayuda. Sufría en las diagonales de Fornals y Lanzini... Era un castillo de naipes sustentado por su competitividad, pero acabó cayendo cuando le faltaron las fuerzas.

Ataque

Lejos de Nervión, el Sevilla carece de un plan ofensivo claro. Ni amenaza realmente en ataques continuados ni logra hilvanar buenos contragolpes. Este problema endémico en este curso brotó con toda su crudeza en el London Stadium, donde En-Nesyri y Rafa Mir tuvieron poquísimo contacto con el balón. Sólo Tecatito y Óliver vieron vías de ataque. Pero no hubo continuidad y faltó precisión.

Virtudes

Llegar a la prórroga ya tuvo mérito.

Talón de Aquiles

Muchas bajas y el mal endémico como visitante de carecer de un buen plan.