De la condena al futbolista más decisivo, Lukébakio, a la situación imposible de explicar de Suso

Sevilla/Alivio profundo para todo el sevillismo para después reflexionar a fondo sobre la vergüenza que le ha hecho pasar su equipo durante este tramo final del curso. Caparrós estrenó su casillero de triunfos y el Sevilla, si no surge una carambola increíble, está prácticamente salvado del descenso, pero no de haber sonrojado a todos sus seguidores.

Lukébakio | Buscarle un sitio a Suso no puede cargarse a un equipo

Hay decisiones en un cuerpo técnico con una infinidad de integrantes que son complicadas de entender. Anular a tu futbolista más desequilibrante a lo largo de todo el curso es una. Lukébakio había sido el jugador más brillante de este pobrísimo Sevilla en la banda derecha y eran capaces de ponerlo hasta de lateral con la justificación de buscarle un sitio a Suso. Se podían hacer las dos cosas y así se comprobó en la segunda mitad cuando el equipo empezó a jugar con 11 con su estrella en su sitio. Fácil.

García Pascual | Su mejor cualidad es el remate y la ejecutó

Llegó al Sevilla C procedente de una universidad norteamericana y después se fue ganando un sitio en el filial con sus goles y con sus aciertos, pero de ahí a hacerlo titular en la Primera División va un trecho considerable. Se ha podido ver en los partidos en los que ha sido titular, pero esta vez sí sacó provecho de su mejor cualidad, el remate de cabeza, para darle a los suyos un triunfo de oro puro.

Suso | El único jugador con fútbol sólo ha estado en este final

Cuando el balón le llega al gaditano parece que todo se convierte en un deporte diferente. Busca pases profundos, con criterio y no le pega balonazos directamente a los recogepelotas. Pero lo más complicado de entender tanto en lo que tiene que ver con el entrenador como con la espantosa dirección deportiva es que no haya jugado hasta ahora. Es una de esas cosas imposibles de explicar.

Sow | Dentro del tono gris sí ayudó en el centro del campo

El centrocampista suizo, a pesar de no haber llegado en ningún momento a un nivel notable durante su etapa sevillista, sí es un futbolista con cualidades. Corre a su ritmito y es capaz de robar el balón y también de darlo con cierto criterio. Contra Las Palmas, mientras le duró la gasolina, fue uno de los menos malos en el eje del equipo y eso mejoró a los sevillistas en esa parcela.