Sevilla FC

La gestión del gol por Lopetegui, otra vez bajo la lupa

Lopetegui escucha a sus dos ayudantes técnicos, Vicente Peinado y Pablo Sanz.

Lopetegui escucha a sus dos ayudantes técnicos, Vicente Peinado y Pablo Sanz. / Antonio Pizarro

Una cosa son los análisis de los partidos, y otras las trayectorias de los equipos. Pero el aficionado difícilmente discernirá el hecho puntual del encuentro de la serie de partidos, sobre todo si quiere destacar o afear una conducta o una actitud recurrente. En el caso del Sevilla, la trayectoria del equipo es más que satisfactoria y ahí están los resultados: tercero en la clasificación y el mejor de la Liga como visitante.

En Pamplona, volvió a salir de pie el Sevilla de un duro partido, alargó su trayectoria en positivo, e incluso le faltó muy poco, una pizca de fortuna, para hacerse con los tres puntos. Pero también quedó la sensación en el aficionado y en los propios profesionales de que se le escaparon dos puntos tras desechar la ventaja de tener a un futbolista más durante más de media hora por la falta de puntería: de nuevo la mirada a la escasez goleadora como defecto recurrente. La lupa vuelve a posarse en la delantera.

Más que en la delantera, en la gestión que hace Julen Lopetegui de los mimbres que tiene para configurar una delantera de garantías. Al entrenador del Sevilla hay que aplaudirle muchas cosas. Por ejemplo que demostrara de nuevo que este Sevilla está hecho de una materia competitiva de garantías de la que adoleció en campañas anteriores. En el contexto del partido de El Sadar, con esa agresividad permitida por Estrada Fernández hasta la expulsión de Oier, difícilmente habría sacado otro Sevilla algún punto. De hecho sus últimas victorias fueron ante decadentes versiones del Osasuna, que terminaron esas temporadas en Segunda División. Ahora se trata de un equipo en línea ascendente desde su ascenso y ante el equipo de Lopetegui dio su versión más aguerrida. Lo malo es lo que sacrifica el técnico guipuzcoano para mantener la entereza competitiva de su equipo, el mejor competidor a domicilio.

En aras a su sistema básico de 4-3-3, en aras del sacrificio colectivo, la disciplina y el orden, Lopetegui se ha decantado por Luuk de Jong como el delantero titular, con Chicharito como prácticamente única alternativa para la Liga. Y ha orillado a las otras alternativas: Munir sí fue titular en Ipurúa como delantero centro, pero luego siempre jugó en alguna banda, sobre todo la derecha, y ahí pierde frescura el madrileño a la hora de perfilarse para el remate, algo que demostró que sabe hacer con un golazo que le dio oxígeno al Sevilla. Más llamativo es lo de Dabbur, que ha tardado 16 jornadas de Liga en debutar.

Si el internacional israelí hubiese tenido la suerte de que el balón que estrelló en el palo hubiese girado para dentro en lugar de para fuera de la portería, el debate en estos momentos sería ensordecedor sobre la gestión que está haciendo Lopetegui de la delantera. Porque Dabbur demostró en el escaso margen de un cuarto de hora, con el partido roto y el rival con diez, eso sí, que tiene movimientos, visión de juego, capacidad de combinación en largo y en corto y olfato para ayudar al Sevilla.

Dabbur sí ha jugado más veces como delantero centro, pero solamente en la Europa League, destacando con buenos goles, tres, y dos asistencias a sus compañeros. El ruido que había escuchado anteriormente Lopetegui alrededor del futbolista de origen palestino crecerá si De Jong y Chicharito siguen persistiendo en su sequía, a razón de dos goles en 15 partidos y 1.043 minutos el holandés y tres goles en 11 encuentros y 628 minutos el mexicano.

En cambio, Munir acumula 6 tantos en 683 minutos, aunque cinco fueron en la Europa League. Y Dabbur suma tres goles y dos asistencias en el torneo europeo, (en cinco partidos y 283 minutos). La ratio de ambos de minutos jugados por goles marcados también es muy ilustrativa, ya que el español marca uno cada 114 minutos y el israelí uno cada 99 minutos. En cambio, el holandés ha necesitado jugar 522 minutos para cada uno de sus dos tantos. Y el mexicano, ha marcado cada uno de sus tres goles cada 261 minutos. Claro que tanto De Jong como Chicharito han jugado más en Liga, donde la exigencia es otra.

El problema parece vinculado al reparto de roles en el 4-3-3. Lopetegui no ve a Munir o Dabbur como delanteros centro de referencia. Y no estaría mal recordarle lo que dijo en su presentación al ser preguntado por el sistema: "Habrá matices, es verdad que he jugado muchas veces con ese dibujo (4-3-3), y buscaremos el mejor dibujo para la plantilla que tengamos, pero con la libertad para matizar cosas, porque eso enriquece al equipo". De momento, en la delantera parece que aún tiene una promesa por cumplir, la de "sacar el máximo de cada futbolista".

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