Con dos contras letales y sabiendo sufrir: por algo se empieza
Girona-Sevilla | Informe técnico
La inconsistente medular frustró el plan A de presionar arriba, pero funcionó el plan B de pegar y pertrecharse atrás ante un Girona romo
Así jugaron los futbolistas del Sevilla: la pared de Kike Salas y la visión de Rubén Vargas
Dos contras perfectamente hilvanadas desde la propia área dieron el triunfo al Sevilla en Montilivi. Bueno, dos contras más la pared que levantó Kike Salas con ayuda de Castrín para repeler los innumerables centros y, también, la falta de eficacia de un Girona más romo que este Sevilla. En otro escenario y ante otro rival con más pegada, las puntuales desorganizaciones defensivas habrían desencadenado el desastre. Pero entre algunas paradas de mucho mérito de Nyland y la defensa, más aguerrida que bien puesta muchas veces, dejaron en nada el chaparrón en contra.
Conceder 11 córneres ante un colista cuya desconfianza aumentó con los goles en contra y sobre todo un total de 34 centros al área no es la mejor fórmula para ir por esos campos de España. Pero en espera de que Almeyda vaya recuperando lesionados y Cordón, sobre todo, le dé alguna pieza más para solidificar la estructura, sobre todo en una medular que no sostiene con entereza al equipo, el Sevilla al menos tuvo casta, verticalidad y pegada para salir victorioso de Montilivi. Por algo se empieza...
Defensa
La idea inicial apenas la pudo poner en práctica el equipo de Almeyda en el primer tramo de partido. Con marcajes mixtos entre zona y al hombre, Isaac y Rubén Vargas debían obturar la salida de la dubitativa zaga gerundense, mientras empujaban en campo contrario Agoumé y hasta Gudelj para procurar robos adelantados. Pero superada esa línea de presión el repliegue fallaba y el centro del campo facilitaba demasiados uno contra uno por los costados. Y ahí empezaron los centros continuos.
En la segunda mitad y con el marcador a favor, hubo un repliegue más intensivo al que faltó que alguien obturara las subidas de los centrales, con un Rubén Vargas ausente en esa misión. Y eso procuró nuevas vías a los costados y más centros y córneres que se acentuaron en el tramo final. El eje de la zaga estuvo mejor que el de la medular en esa contención de los arreones locales. Y Nyland tuvo que hacer, entre dudas y su nula salida aérea, algún paradón de mérito.
Ataque
Rubén Vargas, con libertad en la mediapunta, era el encargado de dar alguna continuidad a los ataques sevillistas. Él propició con su apertura a Suazo la primera ocasión, que marró rematando al aire Ejuke en el minuto 2. Él también dio el pase del 0-1, algo retrasado, que mejoró con su recorte Alfon. Y él dio el pase al espacio en el momento justo, tras fijar a su marcador, para el 0-2 de Isaac.
El Sevilla llegó casi tanto por robos adelantados y errores en la salida del Girona que al contragolpe. Hubo una fase en la que parecía que la presión arriba daría más frutos, pero faltó puntería, como en el remate el poste de Isaac con todo a favor (44’). El contragolpe, tan bienvenido, lo explotó lo justo para meter en el zurrón dos goles y el triunfo. Pero le faltó darle continuidad a esa verticalidad. Cuando se agotó Rubén Vargas faltó esa pieza que contemporizara y abriera a los costados, donde Alfon y Juanlu no tuvieron apoyo para lanzar ataques, como sí hizo el quinteño a la perfección en el 0-1.
Virtudes
La vía del contragolpe es más que válida. Y la garra para aguantar el resultado, también.
Talón de Aquiles
El agujero en la medular es palpable. No sostiene al equipo.
También te puede interesar
Lo último