El mejor homenaje posible del Sevilla a Manolo Cardo
El Sevilla despedirá hoy a Manolo Cardo en su Coria del Río natal. La misa funeral del carismático entrenador en la Parroquia de Santa María de la Estrella (12:30) congregará a ilustres sevillistas de distintas generaciones en torno a una figura que trascendió su importancia como el tercer entrenador que más veces dirigió al equipo nervionense. Y el mejor homenaje para que su memoria quede enmarcada a la altura de lo que representó debe enfocarse en la sinergia de todo el sevillismo en pos del reto que tiene entre manos Matías Almeyda con la plantilla que le ha dado Antonio Cordón. El argentino, en un contexto muy distinto pero con circunstancias similares en lo deportivo, tiene un espejo en el que mirarse.
Hay palpables diferencias entre el Sevilla al que dirigió Manolo Cardo y el que entrena Matías Almeyda. Sobre todo en lo institucional. Eugenio Montes Cabeza, que designó al coriano entrenador en diciembre de 1981 como relevo de Miguel Muñoz, siempre fue respetado por un sevillismo que en aquellos años 80 estaba cansado de la mediocridad deportiva después de años de travesía del desierto desde el último título hasta entonces, la Copa de España de 1948. Ahora, Del Nido Carrasco es el eje de la enorme ruptura entre el sevillismo y el consejo de administración. La crisis institucional es quizá la más grave en la historia del club por ese estado de belicosidad continua. En lo deportivo, empero, hay paralelismos.
Del Nido Carrasco habló en su recuerdo de Cardo de cómo "peleó con lo que tenía por lo máximo". Y el mejor homenaje que el Sevilla y el sevillismo le pueden hacer a Cardo es crear la sinergia adecuada para que Almeyda dirija su reto haciendo tabula rasa con el ejemplo del coriano, que hizo de la necesidad virtud tirando de la cantera, aprovechando lo poco que tenía y logrando éxitos como dos clasificaciones europeas y sobre todo la identificación de la afición con el equipo en la primera mitad de los 80.
El argentino tiene entre manos la plantilla con menos coste de los últimos lustros. Sin inversión en adquisición de jugadores, sólo 4 millones de euros por el 40% del pase de Agoumé hasta sumar ya un 90%, y con un coste en las fichas de los siete refuerzos de unos 10 millones de euros, Almeyda está obligado a tirar de la cantera. Continúan en la plantilla José Ángel Carmona, Kike Salas y Juanlu y ha sido inscrito en el primer equipo Ramón Martínez (no estrictamente un canterano) por petición de Almeyda, ya que el defensa murciano ya no podría volver al Sevilla Atlético si jugaba un minuto con el primer equipo. Pero no queda ahí su reto.
Contra el Elche, el técnico sevillista sorprendió alineando juntos después de muchísimo tiempo a dos futbolistas que parecían defenestrados, como Nianzou y Marcao. Y sacó en la segunda parte a otro jugador caído en desgracia como Januzaj. También a Peque, autor del 2-2. El próximo debe ser Joan Jordán. Es lo que se propone Almeyda, que el sevillismo se identifique con el equipo. Sería la mejor manera de dar lustre al recuerdo de Manolo Cardo.
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