El Sevilla ha inaugurado hasta el próximo 7 de enero, desde este noviembre prenavideño hasta la resaca de los fastos tras la Epifanía de los Reyes Mago, una exposición temporal sobre Juan Arza, de que se han cumplido 100 años de su nacimiento. Quedan ya pocos socios que vieran al Niño de Oro marcar goles en el Nervión viejo. Algunos privilegiados aún lo pudieron conocer en vida ya retirado, incluso corriendo aún la banda del Ramón Sánchez-Pizjuán como le gustaba hacer cada mañana en la que consideraba su casa. El próximo martes, Jesús Navas cumple 38 años y algún día habrá exposiciones en su memoria. Incluso será obligado adjudicarle uno de los números del Dorsal de Leyenda que inauguró Arza años atrás. Pero el día de la exposición a Jesús Navas aún no ha llegado. Ahí sigue, carrera tras carrera.

En Limasol, la segunda ciudad de Chipre, Jesús Navas marcó otro hito en su impresionante trayectoria. Una historia escrita a base de jalones de oro, uno más: el futbolista del Sevilla que más partidos oficiales ha jugado de largo, desde que superara años atrás a Pablo Blanco, a Manolo Jiménez y al propio Arza. El único jugador del Sevilla que ha ganado un Mundial. El único futbolista en la historia que suma a la Copa del Mundo una Eurocopa y una Liga de Naciones, la trilogía mágica que firmó en junio pasado, poco después de levantar su segunda UEFA Europa League con el Sevilla, con el que suma ya ocho títulos, pues a los títulos de Colonia y Budapest hay que sumar otras dos Copas de la UEFA, una Supercopa de Europa, una Supercopa de España y dos Copas del Rey, la última con gol suyo al Atlético de Madrid en la final que puso de cara otro canterano, Diego Capel.

El capitán español, Jesús Navas, ante un jugador chipriota en la banda.

Y, para rematar la faena, el único futbolista del Sevilla que ha sido capitán de la selección española en un partido oficial, el que jugó en Chipre, que significó su quincuagésimo partido con la zamarra roja de España. Cierto es que Marcelo Campanal lució el brazalete, pero lo hizo en amistosos, no una cita oficial.

Como colofón, o mejor, como premio a su impresionante y legendaria trayectoria, el combinado de Luis de la Fuente tuvo la deferencia de darle el brazalete de capitán al futbolista más veterano en jugar un partido con la selección, otro de sus hitos. Porque en al parón de octubre -se perdió los partidos de septiembre por su dolencia en la cadera- se convirtió además en el futbolista más longevo en defender la zamarra española, superando a otro mito como Luis Suárez. Fue en la semifinal de la Liga de Naciones ante Italia, cuando jugó con 37 años y 207 días. El próximo martes, 21 de noviembre, cumplirá 38 años y lo hace en plenitud. Al menos en la selección, porque el contraste con el momento de desazón en el Sevilla es grande.

Aun así, el domingo, al jugar como titular el derbi, ingresó por derecho propio en el selecto club de los futbolistas españoles que han jugado más partidos de Liga. Ya esté en, como se dice ahora, el top 15, tras igualar con 483 partidos a Bakero, que lo logró entre la Real Sociedad y el Barcelona en 17 temporadas. El palaciego, en cambio, lo ha conseguido pese a que estuvo cuatro años en el Manchester City, con el que ganó una Premier League y dos Copas de la Liga.

Curiosamente, su etapa en Inglaterra coincidió con su apagón en la selección, de la que estuvo alejado nada menos que un lustro, entre marzo de 2014 y marzo de 2019, después de su tardío debut, en noviembre de 2009, lo que provocó que se perdiese la Eurocopa de 2008 ganada por el equipo de Luis Aragonés. Pero desde junio de 2023, Luis de la Fuente, que lo conocía de su etapa como técnico del Sevilla, lo volvió a llamar para que lo ayudase a ganar la Liga de Naciones en junio pasado. Y cumplió, y ahí sigue. Un milagro que contrasta con la desazón actual del Sevilla, que se consuela con su capitán, don Jesús Navas González, y el centenario del nacimiento de otro de sus mitos, don Juan Arza Íñigo.