Muere Manolo Cardo, Banquillo de Oro del Sevilla y adalid del fútbol de cantera
Obituario
El coriano es el tercer técnico con más partidos en la historia del club, instauró una filosofía de cantera en tiempos de penurias e hizo debutar a talentos jóvenes como Francisco, Serna, Jiménez o Ramón Vázquez
Una triste noticia ha sacudido este martes el corazón de todos los sevillistas sin distinción de edad o generación. El club de Nervión informó pasadas las nueve de la noche del fallecimiento a los 85 años de Manolo Cardo Romero, entrenador muy querido por la afición de Nervión y Banquillo de Oro del club, máxima distinción que otorga la entidad a los entrenadores que han ocupado el banquillo del Ramón Sánchez-Pizjuán.
Cardo, nacido en Coria del Río el 16 de junio de 1940, fue un entrenador clave en tiempos de penuria en el Sevilla y fue fundamental para instaurar una filosofía de cantera y fiel defensor de la llamada escuela sevillana en un proyecto deportivo de un Sevilla que enfilaba los años ochenta y que logró varias clasificaciones europeas. Sustituyó a Miguel Muñoz al frente del equipo e hizo debutar a muchos productos de la cantera, uno de ellos el insigne Francisco López Alfaro nada menos que en su presentación en La Romareda (1-4) en diciembre de 1981, una tarde en la que Pintinho firmó los cuatro goles con que aquel Sevilla que echaba a andar destrozó al Zaragoza.
Cardo es el tercer entrenador que más veces (200) ha dirigido al primer equipo del Sevilla FC, sólo por detrás de Joaquín Caparrós (248) y de Unai Emery (205), siendo el segundo de ellos con más encuentros dirigidos al equipo en la máxima categoría.
Manolo Cardo dirigió al equipo de Nervión durante cinco campañas, entre diciembre de 1981 y junio de 1986. Le dio su sitio a la fructífera cantera sevillista e hizo debutar a jugadores que fueron después internacionales (el mecionado Francisco, Rafa Paz, Manolo Jimémez, Ramón Vázquez, Ricardo Serna...). Su Sevilla, sin medios económicos ni fichajes de relumbrón, obtuvo dos clasificaciones consecutivas a la Copa de la UEFA y logró distinguir e impulsar al equipo, basado sólo en la cantera con noches memorables como la del PAOK de Salónica (4-0). Logró encandilar a la afición sevillista con un fútbol preciosista pero a la vez intenso y lleno de entrega, pues en él cohabitaban futbolistas de mucha clase como Pintinho, Francisco o Antonio Álvarez con otros que no daban un balón por perdido y que hacían kilómetros y kilómetros (Juan Carlos, Pablo Blanco, Ruda, Sanjosé...).
De carácter rudo pero tremendamente afable, su trato fue exquisito con todos en el Sevilla, desde jugadores, hasta directivos, trabajadores y también periodistas. Caló además muy hondo entre los entrenadores que han pasado por el banquillo sevillista, tanto de su época como recientes. Por ejemplo, mantenía una gran relación con Joaquín Caparrós, segundo Banquillo de Oro, o con Julen Lopetegui.
José María del Nido Benavente creó el premio Banquillo de Oro, equiparable al Dorsal de Leyenda para los futbolistas y otorgó esta distinción al coriano en 2013 en un acto entrañable e inolvidable en el que también tuvo su sitio a título póstumo Ramón Encinas.
La figura de Cardo, que siempre estaba ahí, desafió el paso del tiempo en el Sevilla. No caducaba nunca. De las letras de Silvio a la voz de Valladares. Del rock andaluz al compás por sevillanas con que su fútbol hacía tronar con palmas el Sánchez-Pizjuán.
José Luis, Montero, Moisés, Álvarez, Juan Carlos, Jesús Choya, Boro, Gervasio, Yiyi, Sanjosé, Ruda, Blanco, Antoñito... todos estaban en su homenaje. “No pidió jamás ni un fichaje, pero, como todos los sevillistas, puso dinero para que viniera Bertoni”, destacó Del Nido. Y es que sus fichajes estaban junto a la carretera de Utrera. Hizo famosas sus camisas estampadas, que combinaba según le dictaba su superstición. “Estuvo cuatro derbis con la misma camisa”, recordaba Ruda, uno de sus inventos, pues fue el precursor de la mediapunta y el 4-4-2 con esa función de falso centrocampista. Su carrera siguió en el Cádiz, Recreativo, Las Palmas y Xerez.
Último adiós: en el tanatorio de La Estrella, en Coria del Río, su localidad natal y donde será enterrado este jueves por la mañana. Q.E.P.D.
“Vale, mañana entrena Francisco”, su respuesta al recibir la noticia de que iba a entrenar al Sevilla
Manolo Cardo, tras los malos resultados del equipo con Miguel Muñoz, recibió en diciembre la noticia de que era el elegido, y su primera reacción fue dejar claro que iba a ir a muerte con la cantera, con lo que era su vida en el Sevilla Atlético. Lo contó el mismo en el Banquillo de Oro. “Cuando Montes Cabeza y Ángel Castillo vinieron a decirme que iba a coger el primer equipo, les di las gracias y les dije: ‘¡Vale, mañana entrena Francisco López Alfaro!’ Ellos me empezaron a decir que no estaba el ambiente para eso y yo les contesté: ‘¿Pero yo voy a ser el entrenador del Sevilla o no?”.
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