Sevilla - Real Sociedad

La previa: SOS, la hora de Nervión

Martial, Tecatito, Koundé e Iván Romero, entre otros, ante Pablo Sanz, segundo de Lopetegui.

Martial, Tecatito, Koundé e Iván Romero, entre otros, ante Pablo Sanz, segundo de Lopetegui. / Juan Carlos Vázquez

Suenas los pitidos del código Morse en el telégrafo de Nervión. Pi-pi-pi-pi/piii-piii-piii/pi-pi-pi. El Sevilla parece emitir señales de socorro, SOS, y nada mejor que su gente para arropar a un vestuario dolorido, golpeado, anímicamente roto tras la dura eliminación en la caldera del London Stadium. De nuevo con un buen porrón de bajas, con la casi total seguridad de que Rafa Mir se une a la nómina de lesionados aunque en su caso no sea más que por unas molestias, sin recuperar apenas a algún efectivo aislado de entre las bajas prolongadas y todavía sin Fernando, el equipo de Julen Lopetegui recibe a una Real Sociedad que aún está impactada por la grave lesión de Mikel Oyarzabal, su futbolista más carismático y máximo goleador.

Tanto Sevilla como Real Sociedad, por tanto, piden el alivio del árnica. Sendos golpes llegaron el jueves, unas horas antes el de la lesión del atacante blanquiazul que el del martillazo del West Ham. Y la diferencia entre ambos traumas es que uno se queda en lo anímico, el de los realistas, mientras que en los nervionenses las piernas aún sufrirán la sobrecarga de los más de 120 minutos que jugaron hará menos de 72 horas, cuando comience esta tarde a las 18:30 una nueva cita con gran trascendencia también, no tanta obviamente.

La pizarra. La pizarra.

La pizarra. / E. F. / Infografía

Lopetegui deslizó su disgusto por que los programadores televisivos de LaLiga volvieran a situar un partido del Sevilla antes de esa franja de las 21:00, reservada para el clásico, que él vería ideal para la necesaria recuperación de fuerzas. El Sevilla anda exhausto porque el número de futbolistas que debe jugar cada partido como una final siempre es reducido, dado que lo que no se reduce es el número de integrantes de la enfermería.

Podría haber algún alta, según advirtió Lopetegui, que no quiso dar más pista que la de que Rafa Mir, por unas molestias, no podrá llegar a este encuentro que cierra el ciclo de marzo antes del parón con que se abre la primavera. Un ciclo que se abrió con elevadísimas expectativas y que se cierra con los perseguidores en la Liga acechando, el Real Madrid lejos en el liderato y el equipo ya pendiente únicamente de amarrar la Champions como objetivo de la temporada.

Por eso es la hora de Nervión, es la hora de que el Ramón Sánchez-Pizjuán arrope a un equipo que tanto le ha dado, que tanto sacrificio y esfuerzo viene realizando sin entrar ahora en los debates sobre por qué se producen tantas lesiones, cuál es el origen de esa constante merma de efectivos que ha arruinado ya dos de los objetivos de la temporada y qué le pasa al equipo de Lopetegui cuando juega lejos de su gente. Tras las decepciones a domicilio en Vitoria y Vallecas, con sendos empates de nuevo para elevar a cinco los consecutivos en la Liga, y la muy frustrante derrota en Londres, el Sevilla regresa a su fortín.

Enfrente estará una Real Sociedad que ha recuperado su brío y que quiere recortar la diferencia desde la que, como sexta clasificada, ve al segundo de la Liga, en su afán por meter la cabeza en la Champions. Están los donostiarras a 9 puntos y quieren dejarlos en 6, con la motivación de dedicar el triunfo a Oyarzabal. Peroel Sevilla se fía a su confianza en casa. Que sea primavera en Nervión.

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