Lo único seguro es la continuidad de Vaclik. O no, porque el checo tiene una rodilla que lleva muchos años amenazándolo y que en cualquier momento puede decir aquí estoy yo y –además– aún no se ha avanzado en la negociación para su ampliación de contrato. Pero en general el Sevilla tiene una indefinición importante en un puesto vital como es la portería.

Con dos porteros cedidos fuera del club, Sergio Rico (con una opción de compra de 10 millones) y Juan Soriano, el actual suplente de Vaclik, el marroquí Bono, también está a préstamo y no puede decirse que se sepa a ciencia cierta cuál será su futuro. Encima, sembró dudas en el último partido europeo en el gol de la derrota ante el Apoel, en la que se quedó a media salida en un córner, y también se le vieron cosas raras ante el Bergantiños.

Salvo sorpresa, no es la idea que Juan Soriano, cedido en el Leganés, vuelva a formar parte de la plantilla sevillista y a su regreso habrá que ponerle solución. Distinto es el caso de Sergio Rico, un portero que tiene mercado pese a que la afición recela de él desde hace tiempo y que ha estado presente en una Eurocopa. Sigue cedido en el PSGcon el rol de suplente de Keylor Navas y tiene claras sus intenciones. “Me encantaría seguir en el PSG. Es uno de los mejores clubes del mundo y me gustaría quedarme”, dijo tras el encuentro de Copa ante el modesto Linas-Montlhéry (0-6), en el que paró un penalti.