El Sevilla tiene cuatro futbolistas menos en su plantilla que en agosto

El club piensa en números y lleva parte de razón. El entrenador sólo cuenta jugadores en su vestuario con los que disponer en cada partido y también está en lo cierto.

Cada cual puede defender su verdad. El Sevilla entiende que ha sido uno de los clubes más activos en el mercado de invierno y que ha invertido un total de 8 millones de euros en dos jugadores importantes, un gasto que no lo han realizado ni los grandes.

Pero claro, García Pimienta también lleva razón cuando hace cuentas y ve que ha perdido soldados para su batalla diaria. De hecho, la del Sevilla es la plantilla más corta de todos los equipos de LaLiga, pues sólo cuenta con 20 jugadores con ficha del primer equipo y otros dos con dorsal del filial, Juanlu e Idumbo.

Y es que desde que comenzó la temporada hasta el día de hoy el conjunto nervionense cuenta con cuatro jugadores menos de los que se inscribieron en la primera lista allá entre agosto y septiembre. La cuenta sale muy fácil: se han marchado seis efectivos y han llegado dos. Los números son muy claros sin entrar a profundizar en puestos ni en nivel futbolístico. Claro que, puestos a ello, la mitad de estos seis futbolistas que ya no están puede decirse que eran jugadores importantes: Lucas Ocampos, Jesús Navas y Gonzalo Montiel han sido los últimos jugadores que han salido del club teniendo el sello de la era dorada del Sevilla FC.

Al club le hubiera gustado que hubieran salido más. Algunos los invitó a marcharse, como a Suso y a Marcao, y otros decidieron no entrar en la rueda y en los planes de saneamiento de los dirigentes y ejecutivos del club, que veían la oportunidad de llevar a cabo una gran venta con Lukébakio o Badé. El francés lo dijo claro y dejó en evidencia este mismo martes las intenciones de los que mandan. “Entiendo que el Sevilla quiera el dinero, pero elijo yo”, decía sobre su decisión de no aceptar la oferta del Aston Villa.

Ése, que Badé y Lukébakio –y otros– se quedaron pese a las ofertas recibidas, es otro argumento que la presidencia y la dirección deportiva han esgrimido para responder a las quejas de García Pimienta cuando en realidad ha cantado la gallina en el momento en que uno de los propios interesados ha aclarado que fue decisión suya y que el club prefería el traspaso.

Seis salidas y dos entradas

El Sevilla se ha quedado, como se ha dicho, con 20 jugadores con ficha profesional (el plantel más corto de Primera). Una reducción apreciable con respecto a la que se inscribió el 1 de septiembre. Víctor Orta hacía balance al cierre del mercado de verano en aquella rueda de prensa célebre por su osada frase de “estoy en mi mejor momento como director deportivo”. El madrileño explicaba su final de mercado: “Se ha reducido el coste de plantilla en 20 millones, la hemos reducido a 24 jugadores y se ha reforzado. Queda una ficha libre y llegará un mercado en enero en el que siempre se puede mejorar”.

Pues el mercado de enero ya ha pasado y los cambios han sido los siguentes: se marchó Ocampos vendido a Rayados en ese mismo mes de septiembre, lo que llevó a García Pimienta a recordar toda la primera vuelta que esperaba un extremo. Porque es que además se cumplió la promesa de Jesús Navas y éste colgó las botas en diciembre. Después salieron Montiel –vendido al River Plate–, y los archicriticados Barco e Iheanacho. A ellos había que añadir a Pedro Ortiz, que también tenía dorsal del primer equipo (el 8) pese a que García Pimienta no tiró jamás de él salvo en la Copa.

A cambio, ya se sabe lo que llegó: Rubén Vargas al inicio de abrirse el mercado (un jugador que hasta el momento sí está sumando) y Akor Adams casi sobre la bocina para lesionarse nada más aterrizar. Otro movimiento, justo pero que no afecta en número de efectivos, es el paso de José Ángel Carmona a la condición de futbolista con ficha profesional.

Las cuentas son muy claras: se fueron seis y llegaron dos. También se ha caído Nianzou. Aparte de los que nunca estuvieron... pero ésa es otra historia.