Almeyda le pone una alfombra roja al Villarreal (1-2)
La crónica
La alineación inicial del Sevilla, con ocho futbolistas de campo de diez nuevos respecto al Alavés, les facilita mucho las cosas a los visitantes
Los blancos fueron capaces de reaccionar con el gol de Sow, pero la lesión de Nianzou y la diferencia entre Akor Adams y los delanteros del rival los condenaron definitivamente
Así le hemos contado el Sevilla-Villarreal
Nuevo paso atrás del Sevilla Fútbol Club al calor de los suyos. Cuando parecía que el Ramón Sánchez-Pizjuán había olvidado viejas rencillas por el ejemplar comportamiento de los suyos en Mendizorroza, Matías Almeyda tuvo un ataque de entrenador y se empeñó en ponerle una alfombra roja al Villarreal desde el primer minuto del encuentro. El argentino fue capaz de reaccionar, fue cambiando cosas, pero lo que estaba mal parido era complicado de retocar y la lesión de Nianzou acabó de condenarlo para caer con diez futbolistas encajando un gol a la contra.
Pero el fútbol es fácil y por mucho que se produzcan resultados sorprendentes, la realidad es que los buenos jugadores siempre son más decisivos que los, digamos y siempre desde el máximo respeto, los más discretos. Valga esto en la comparación entre Akor Adams, 5,5 millones y probablemente mal gastados, con Mikautadze, Solomon o Oluwaseyi. Al final esa ecuación tan sencilla fue la clave de todo. Los amarillos acertaron con calidad y el que vestía de blanco fue incapaz de rematar las mil oportunidades que le llegaron, incluido un intento de taconazo en la prolongación con todo a favor.
No fue sólo eso, Akor Adams ni siquiera le dio al balón en un pase atrás con todo a favor de Suazo (22’), remató forma horrible un centro de Juanlu con todo a favor (30’) y tuvo otra al alimón con Januzaj en la que no llegó ni a disparar (54’). Fueron demasiadas sin contar las que encogía el cuello y no era capaz ni siquiera de ir a cabecear.
Muchas más razones
¿Perdió el Sevilla sólo por Akor Adams? Indudablemente, no, pero sí fue un aspecto bastante trascendente a la par de la alineación que había propuesto su entrenador. Porque el argentino, y todo su cuerpo técnico, debe saber mejor que nadie la carga de esfuerzos que pueden exigirles a los suyos, eso es una evidencia, pero cambiar a ocho futbolistas de los diez de campo respecto al equipo que lograra el triunfo con tan buena imagen en Vitoria parecía desde el arranque que era una temeridad.
Y el paso de los minutos se iba a encargar de demostrar que era así. Almeyda puede tener la loable intención de conseguir que todos los elementos de su plantilla estén metidos en la competición, que los esfuerzos se repartan, pero es una rotunda evidencia que dentro de la nómina de futbolistas con las que se va a manejar el argentino durante el curso hay hombres que, al menos a día de hoy, no están para ganarse una de las once camisetas de titulares en un partido de la máxima categoría del fútbol español.
Es el caso, por ejemplo, de un Gudelj que sencillamente no llega a ninguno de los balones en las tareas defensivas y eso es un verdadero lastre en la parcela defensiva. Es algo que se ve desde lejos, pero que se iba a confirmar con el posicionamiento del serbio en la jugada que puso por delante al Villarreal. En ese momento estaba en el lateral derecho con Cardona y fue incapaz de acercarse siquiera a interceptar el pase largo de Rafa Marín y tampoco a estorbar ni el control del lateral ni el posterior centro para que Oluwaseyi batiera a placer a Vlachodimos.
Era el minuto 17, pero es que en el 12 ya se podían haber adelantado los visitantes en una acción defendida de manera tan laxa que el propio Oluwaseyi se plantó como quien no quiere la cosa delante del portero griego. Afortunadamente para el Sevilla, éste hizo un paradón increíble con el pie, porque el gol parecía seguro.
Desde el 0-1 el Sevilla iba a confirmar en todo momento su imagen de equipo noqueado y tuvo la suerte de que el Villarreal no estuviera acertado en otras opciones de remates claros que le fueron facilitando los anfitriones. En cambio, Ejuke iba a ser incapaz de controlar, algo que sí hizo Cardona en el 0-1, un pase con veneno de Januzaj (23’), mientras que Akor Adams ni siquiera le daba al balón en aquel servicio atrás de Suazo.
Era la triste realidad del Sevilla que había ideado Almeyda con ocho futbolistas de campo, de diez, nuevos. La calidad bajaba infinitamente, aunque el argentino pareció recomponer algo las cosas en un parón por la lesión de Comesaña. Pasó a defensa de cuatro con Azpilicueta en el lateral derecho, adelantó a Juanlu y metió a Januzaj por el medio para que los blancos jugaran algo más arriba.
Tuvieron pundonor, eso sí, pero el acierto era nulo. Aunque está claro que este Sevilla tiene alma e iba a ser capaz de luchar por invertir su manifiesta inferioridad. Incluso fue capaz de empatar a través de un excelente empalme de Sow para dar lugar a una fase en la que el Sevilla se mereció mucho más, hasta hacerse con los tres puntos.
Pero era imposible, hay cosas que no se pueden cambiar y una de ellas es el lamentable físico de Nianzou. El francés, uno de los mejores futbolistas de la plantilla, sin duda, si no se lesionara de forma contumaz, trató de jugar de forma exquisita, perdió un balón y su intento de carrera rápida hacia atrás para tapar a Pépé lo llevó de nuevo a la enfermería.
Vlachodimos salvó a los suyos en esa acción (75’) con un paradón increíble, pero el Sevilla se quedó ya con uno menos, entre otras cosas porque ya había agotado los cambios, y la cosa pintaba peor que mal. De cualquier forma, los blancos fueron valientes y hasta buscaron el gol, pero fueron castigados con una contra cuando estaban en inferioridad.
Ni siquiera la reacción final, con un paradón de Arnau Tenas a Mendy (93’), sirvió para nada. Eran demasiadas circunstancias en contra y seguro que Almeyda habrá aprendido la lección de que su plantilla tiene un nivel diferente en unos futbolistas y en otros. Así que no se pueden dar facilidades con la alineación inicial a rivales que tienen en su plantilla a futbolistas infinitamente mejores y valga la comparación anterior entre Mikautadze y Akor Adams o la participación de Gudelj para explicarlo.
Ficha técnica
1 Sevilla FC: Vlachodimos; Azpilicueta, Castrín (Nianzou, m.54), Kike Salas; Juanlu (José Ángel, m.71), Gudelj (Mendy, m.71), Sow, Suazo; Januzaj (Vargas, m.59), Akor Adams, Ejuke (Alexis, m.54).
2 Villarreal CF: Arnau Tenas; Mouriño, Rafa Marín, Renato Veiga, Cardona (Solomon, m.84); Comesaña (Pedraza, m.28), Pape Gueye, Parejo (Partey, m.84); Buchanan, Oluwaseyi (Pépé, m.69), Moleiro (Mikautadze, m.69).
Goles: 0-1 (17’) Oluwaseyi marca a placer tras un pase de Cardona con balón largo de Rafa Marín mal defendido por Gudelj. 1-1 (51’) Sow empalma con la izquierda un balón que se había quedado botando en el área tras un centro de Januzaj. 1-2 (86’) Solomon golpea con la izquierda en una contra del Villarreal con jugada de Mikautadze.
Árbitro: Soto Grado (riojano). Amonestó a los locales Gudelj (m.70) y Oso (m.93), éste cuando estaba en el banquillo, y a los visitantes Pape Gueye (m.42), Pedraza (m.47) y Rafa Marín (m.85).
Incidencias: Partido de la sexta jornada de LaLiga EA Sports disputado en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán ante 38.145 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria del exjugador y exentrenador del Sevilla Manolo Cardo, fallecido el pasado martes a los 85 años, y los futbolistas locales lucieron brazaletes negros.
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