Un sevillista acusa a Pepe Castro de intentar estafarlo con la cesión de unas acciones
El vicepresidente, según este accionista, intentó que firmara un documento de cesión de los derechos presentes y futuros de sus acciones cuando fue a recoger 4 títulos tras ser inscritos en el libro de registros
Las añoranzas de Isaac
Un accionista del Sevilla acusa al vicepresidente Pepe Castro de intentar estafarlo con la cesión de los derechos políticos de sus acciones cuando fue a recoger unas acciones que ha adquirido recientemente y que solicitó inscribir a su nombre en el libro de registros. Este sevillista refleja lo ocurrido cuando acudió al Sánchez-Pizjuán en un relato (al igual que a los documentos) al que ha tenido acceso Diario de Sevilla.
Cristian del Corral asegura que este mismo lunes 31 de marzo acudió al estadio para recoger 4 acciones que ha comprado y que el ex presidente lo intentó engañar al querer hacerle firmar un documento por el que le cedía la representación de sus títulos para usarlos él en las Juntas de Accionistas hasta 2028.
“Cuando llego, me hacen esperar unos 20 minutos, y viene un señor del departamento legal que me sube a las oficinas. Cual es mi sorpresa que me invitan a pasar al despacho del vicepresidente José Castro. Allí mismo estaba él, nos invitó a sentarnos (yo llevaba a un acompañante que fue testigo de lo sucedido), y tras la invitación, sacó dos documentos que decía que tenía que firmar para poder recoger las acciones inscritas a mi nombre”, relató el accionista a este periódico.
“Firmé el primer documento de la retirada de las acciones, y cuando estaba firmando el segundo mientras leía, vi que se trataba de un documento en el que le cedía al señor José Castro todos los derechos políticos de mis acciones, presentes y futuras, con una penalización de tener que entregarle a él el importe que por ellas yo las hubiera adquirido. Levanté la mirada (con el documento firmado porque lo firmé mientras leía su contenido), y le dije que eso no se lo iba a dar firmado”, sigue explicando.
“Ante esto, alegó que se había equivocado de documento, que ese no hacía falta, que se lo devolviera. Le dije que no, y lo rompí. Aun así el insistió que se lo diera (roto), ante lo que hice fue guardármelo en el bolsillo. Cuando llegué a mi oficina reconstruí los trozos (el documento ya me lo entregó firmado por él) y vi la barbaridad que había intentado colarme”, continúa.
Este accionista asegura que ayer martes 1 de abril remitió a Castro un burofax “advirtiéndole del delito de estafa que intentó hacerme, y que se abstenga él y todo el consejo de hacer uso de cualquiera de mis acciones”, recalcó.
La batalla por el poder en el Sevilla no tiene fin y, ni siquiera que el actual consejo haya logrado hacerse con la mayoría con la ayuda de los americanos (en la Junta votó con más de 53.000 acciones) hace que se ponga freno a una lucha sin cuartel por cualquier pequeño paquete de acciones por mínimo que sea.
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