Así ha sido el momento en el que los aficionados del Sevilla FC han roto la puerta de la Ciudad Deportiva

La derrota del Sevilla Fútbol Club en Vigo ha hecho estallar por los aires la situación en Nervión. Los aficionados hispalenses se han congregado en la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios para protestar contra una directiva a la que, ahora sí, nadie quiere. Previo paso por el aeropuerto, los hinchas blanquirrojos han comenzado a aglutinarse en los aledaños del complejo, que han terminado asaltando como se puede ver en el vídeo a continuación.

La imagen, además de bastante reprobable, deja en evidencia a una afición que no puede escudarse en el cansancio para realizar este tipo de actos. Sin duda, la tensión será aún mayor el próximo martes frente a la Unión Deportiva Las Palmas, donde el Sevilla se juega prácticamente toda la temporada. De caer frente al combinado canario, las opciones de descender a Segunda División serían preocupantes a unos niveles que no se vivían en Nervión desde hace décadas.

Los de Joaquín Caparrós tienen en sus manos calmar, de una forma ínfima, a la parroquia hispalense este martes a partir de las 21:30. Sin embargo, se espera que el ambiente antes, durante y después del partido sea un infierno para los jugadores y el Consejo de Administración sevillista, que sigue viendo como cada vez más aficionados se unen en su contra.

Tensión y cargas policiales

La tarde no ha sido para nada tranquila en la Carretera de Utrera. Tras la llegada del autobús, la policía ha cargado contra los presentes al ver cómo se lanzaban objetos contra el vehículo. Las aguas parecieron calmarse un poco y los cuerpos de seguridad del estado controlaron la situación hasta que decidieron marcharse, y ahí fue cuando ocurrió el asalto a la Ciudad Deportiva. Tras esto, regresaron los furgones y se sucedió una nueva carga policial contra los sevillistas allí presentes, que quedaron reducidos en número y desperdigados entre la zona de la Comandancia de la Guardia Civil y la Universidad Pablo de Olavide.

19 años después de la Copa de la UEFA conseguida frente al Middlesbrough en Eindhoven, el Sevilla Fútbol Club sigue complicándose la vida y el camino apunta de forma precipitada a la Segunda División si no se consigue dar la vuelta a un equipo que ni siente ni padece. Además, todo parece indicar que el Ramón Sánchez-Pizjuán no será ese fortín animoso que resultó contra el Leganés. La final, ahora prácticamente de verdad, frente a la Unión Deportiva Las Palmas decidirá el futuro de una entidad que ha caído en picado de una forma que se antoja inexplicable.