SEÍSMO
Andalucía activa la fase de preemergencia tras el terremoto sentido en Sevilla

Tres meses de sequía en el Ramón Sánchez-Pizjuán

El Sevilla deberá solucionar su embrollo como local, y desde este domingo, si quiere alimentar su sueño europeo

No gana en casa desde el 14 de diciembre, al Celta con aquel gol de Manu Bueno

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Manu Bueno celebra su gol ante el Celta con Gudelj y Saúl. / Europa Press

El Villarreal de Marcelino García Toral acabó la pasada Liga en octava posición con 53 puntos. Se quedó fuera de las competiciones continentales. Pero es muy probable que esa plaza otorgue un hueco, el próximo mayo, en la Conference League 2025-26. Y por esa horquilla de puntos, cincuentaitantos, se va a mover el Sevilla de Xavi García Pimienta si no afloja su ritmo en las once jornadas aún pendientes.

Ganar al Athletic Club el próximo domingo (16:15) se antoja crucial para alimentar esas nuevas expectativas. Por varios factores: derrotar a los leones sellaría, ahora sí, una salvación virtual con esos 39 puntazos que muchos sevillistas, en los albores del campeonato, hubieran visto imposibles de sumar en 28 jornadas; además, supondría que el vestuario borraría al fin la maldición de no ser capaces de ganar dos partidos seguidos en el torneo de la regularidad, con el plus mental que ello supondrá; y tercero, zanjaría las dudas que arrastra el equipo blanco en un ecosistema que tradicionalmente ha sido muy hostil e inasequible para quienes lo han visitado, el Ramón Sánchez-Pizjuán.

El equipo nervionense no se lleva los tres puntos en un partido ante su público desde el 14 de diciembre pasado. Tres meses de sequía (valga el símil aunque Sevilla parezca Macondo estos días) se cumplen hoy mismo. Ese día venció a sangre y fuego la formación nervionense gracias a un héroe por accidente, Manu Bueno, que acertó con su tiro en el balcón del área que rozó en un defensor. Desde entonces, han desfilado por el Ramón Sánchez-Pizjuán el Valencia (1-1), el Espanyol (1-1), el Barcelona (1-4) y el Mallorca (1-1). Dejando al margen la lógica derrota con ese Barça que marcha a paso de oca en este 2025 y que barre de la yerba a casi todos, esos tres empates ante dos equipos que luchan por la salvación y otro que iba perdiendo hasta la última jugada del partido, como es el Mallorca, han hecho mucho daño psicológico.

La proyección del Sevilla lo llevaría a los 53 puntos, los que sumó el Villarreal para ser octavo la pasada Liga

El Sevilla no termina de sentirse un equipo firme, seguro de sí mismo al abrigo de su infalible y pasional hinchada. Ha sacado sólo cinco victorias en sus 13 comparecencias (completadas con 4 empates y otras 4 derrotas), pero ninguna llegó por cauces serenos. Todas bajo un ejercicio de resiliencia y suspense. Antes del Celta, mordieron el polvo el Getafe (1-0, golazo de Jesús Navas, el último como sevillista); el Valladolid (2-1, gol final de Ejuke); el Betis (1-0, penalti que transformó Lukébakio en un pulso de alto voltaje, como siempre); y el Rayo Vallecano (1-0 de Sow en el minuto 27 y casi milagrosa resistencia ante un rival que jugó toda la segunda parte con diez por la expulsión de Unai López).

Las victorias más tranquilas de los sevillistas fueron lejos de su feudo: aquel 0-2 que forjó Lukébakio con dos golazos en Cornellá ante el Espanyol y el reciente 0-4 ante el desahuciado Valladolid. Los otros dos triunfos que completan los 9 que acumula en la Liga han sido también a domicilio, pero más apretados: el 1-2 en Girona con remontada y el 0-1 del pasado domingo en San Sebastián.

Al Sevilla le quedan seis partidos más en el Ramón Sánchez-Pizjuán y otros cinco fuera de casa. Y aunque hasta ahora ha sido un equipo más seguro de sí mismo actuando de visitante, se antoja fundamental que eleve sus prestaciones a favor de querencia, ante su gente, porque no es lo mismo el ritmo de puntos que se exigía para el objetivo inicial de la temporada, que era no pasar apuros, que para el objetivo de nuevo cuño, quedar séptimo u octavo y volver a jugar competiciones europeas la próxima temporada.

Ocurre que tres de los seis que están pendientes de llegar a Sevilla para cumplimentar su visita a Nervión son tres de los cuatro que muy probablemente van a acabar entre los cuatro mejores del campeonato: Athletic Club este domingo, Atlético de Madrid y Real Madrid. Las circunstancias pueden paliar la objetiva inferioridad futbolística del Sevilla ante los tres. A saber: los vizcaínos llegan tras su intenso duelo con la Roma de Eurola League de este jueves, el Atlético jugará en Sevilla justo después de librar su durísima vuelta de la semifinal copera con el Barcelona, y el Real Madrid se presentará en la penúltima jornada y quién sabe si tendrá entonces la Liga ganada, perdida o si incluso anda distraído, como suele, con la Liga de Campeones.

Lógicamente, para explotar esas posibles circunstancias favorables, el equipo deberá presentar más argumentos futbolísticos de los que suele en su casa. Y para eso, es clave que el centro del campo genere mucho más juego del que genera. No le sobra calidad técnica ni creativa a esa línea, pero de momento, ante el Athletic, será noticia que estén disponibles todos: Gudelj, Sow, Lokonga, Agoumé y Saúl. Algo es algo.

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