Sevilla FC

La versión menos fresca del Sevilla gana igual de bien (0-1)

  • Un excelente gol de En-Nesyri le da tres nuevos puntos al Sevilla en su visita al Levante y lo deja a sólo seis partidos del sueño

  • Los hombres de Lopetegui acusaron la fatiga para atacar, pero supieron defenderse bien

En-Nesyri marca con su pierna buena a puerta vacía después de un jugadón y driblar al portero.

En-Nesyri marca con su pierna buena a puerta vacía después de un jugadón y driblar al portero. / Europa Press

El Sevilla sigue alimentando con la leña de los triunfos al fuego del sueño más maravilloso, el de pelear por conquistar la Liga española de fútbol. Los sevillistas volvieron a ganar, como es costumbre en ellos, por la sencilla razón de que tienen mil formas de hacerlo y ni siquiera les importa que la fatiga les reste varios puntos hasta igualarlo con su rival, en este caso un Levante infinitamente más fresco debido a que la mayor parte de sus integrantes no fueron titulares el pasado domingo contra el Villarreal.

Esto, indudablemente, fue un factor clave en el desarrollo del juego, influyó para que no existieran tantas diferencias entre unos y otros, como sí ha sucedido en los últimos triunfos de los nervionenses, cuando las fuerzas estuvieron equilibradas al jugar los dos equipos de semana en semana.

Vaya por delante que este factor fue una elección de Julen Lopetegui y, por tanto, los sevillistas jamás lo podían esgrimir como una excusa en sus argumentos. No les hizo falta, pues volvieron a irse del césped del estadio valenciano con los tres puntos en su casillero, pero a la hora del análisis sí es un hecho a destacar, por supuesto que sí. En el caso contrario, no se desmenuzaría lo que se vio en el coqueto recinto levantinista sino otra cosa diferente.

Lopetegui apostó por los mismos futbolistas que ganaron en San Sebastián y el Levante cambió a ocho titulares, lo que se dejó notar

El técnico vasco confió, una vez más, en su equipo de gala, en los once hombres que tan buen fútbol habían practicado al mediodía del domingo en San Sebastián, pero esa decisión se iba a convertir con el paso de los minutos en su principal problema. Al Sevilla, esta vez sí, se le iba a notar el desgaste físico, la carencia de chispa, frente a un rival que llegaba después de diez días sin jugar en casi todos sus integrantes.

Lógica la pregunta del aficionado, ¿pero si el Levante también jugó el domingo contra el Villarreal y cayó fulminado incluso por 1-5? Efectivamente es así, pero Paco López, el responsable de tomar las decisiones deportivas, decidió refrescar al equipo sin importarle los nombres en absoluto. Ocho de sus once peones en este duelo contra el Sevilla no habían salido como titulares en la anterior cita y eso iba a influir mucho en lo que tenía que ver con la frescura, con llegar una centésima de segundo antes, a los balones divididos, incluso a las tradicionales circulaciones que suele practicar la escuadra sevillista con maestría.

En-Nesyri, en el momento de driblar a Cárdenas en su excelente gol. En-Nesyri, en el momento de driblar a Cárdenas en su excelente gol.

En-Nesyri, en el momento de driblar a Cárdenas en su excelente gol. / Europa Press

El resultado a lo largo del primer periodo será un partido en el que, extrañamente, los visitantes no van a tener el control del juego que suele ser habitual en ellos cada vez que disputan un partido contra cualquier otro adversario. Todo iba a estar muy equilibrado, por tanto, y sólo el Papu Gómez parecía fresquito en sus piernas y con capacidad para llegar antes que el adversario cada vez que había una pelota sin un poseedor definido.

Esto conducía a que el Sevilla no se aproximara con claridad hasta las cercanías de Cárdenas, algo que sí hizo, con profusión incluso, en la anterior cita en el Reale Arena con ese 1-4-2-3-1 por el que volvía a apostar Lopetegui en esta ocasión. Esa carencia física, además, provocaba cierta frustración en los nervionenses, que no se veían con la misma capacidad que en otras ocasiones y eso los conducía a no sentirse cómodos.

Al Sevilla le faltó la frescura necesaria para llegar antes a los balones y desde ahí imponer su habitual dominio del juego que aburre a los contrarios

Tampoco quiere esto decir que el Sevilla estuviera sufriendo mucho en ese primer tramo del encuentro, eso sería faltar a la verdad, entre otras cosas porque el Levante tampoco tuvo ninguna ocasión de auténtico peligro para acercarse hasta Bono. No las tendría, de hecho, durante todo el partido. Pero los locales sí avisaron en varias acciones de que podían cuando menos asustar con su juego rápido y profundo. El problema para los sevillistas llegaba cuando recuperaban la pelota y no se mostraban precisos para conducirlas a las zonas en las que crean las superioridades y hacen verdadero daño.

Aun así, Joan Jordán pudo inaugurar el marcador muy pronto, cuando conectó un disparo con la toda la intención en un pase que dejó atrás Jesús Navas y que envió al larguero previo roce con la yema de los dedos del guardameta Cárdenas. Era el minuto 8 y había sido el primer aviso, pero después no habría muchos más, salvo un par de remates de Koundé en sendos balones parados y otro de Ocampos, que a pesar de estar absolutamente solos, no sirvieron para hacerle ningún daño al Levante.

Todo quedaba pendiente, por tanto, del segundo acto, de que los sevillistas fueran capaces de sacar fuerzas de donde no las había para doblegar a un Levante que no estaba siendo inferior para nada. Pero, claro, cuando un equipo es firme aspirante al título de Liga a falta de siete jornadas para el final la razón es evidente y tiene que ver con la calidad de sus integrantes.

Dicho y hecho, después de un inicio con algo de más ímpetu por parte de los sevillistas en su afán por dar un paso más hacia el estado más onírico posible, surgió el chispazo de calidad. En una contra, la pelota le llega de un lado a otro a Suso sin que Malsa pueda impedírselo y en un segundo surge un pase maravilloso para que En-Nesyri se escape de la defensa y demuestre que lo de San Sebastián fue un error, que su mejoría en la definición lo ha convertido en uno de los delanteros caros del campeonato.

Tras el descanso, los blancos dieron un pase adelante y lo resolvieron todo en una acción de calidad entre Suso y En-Nesyri

El marroquí miró en su carrera, oteó el horizonte y vio que sólo tenía el obstáculo de Cárdenas para cantar un gol de un valor increíble para los suyos. Lo dribló con la precisión de un cirujano y encima tuvo la sangre fría para dejar pasar de largo a Ruben Vezo, que encima se tropezó, y marcó con su pierna buena incluso a puerta vacía.

El Sevilla había hecho lo más complicado y después fue capaz de aguantar a pesar de las dificultades físicas y de la tardanza de Lopetegui en meter sangre fresca desde el banquillo. Pero dio igual, el aspirante al título liguero, el equipo que ya está clasificado casi matemáticamente para la próxima Champions a falta de seis jornadas, tuvo las tablas suficientes para irse con el triunfo. Otro más, una hoja menos en el calendario, y ya le restan seis para seguir echándole más leña a ese estado onírico que tiene a los sevillistas cada vez más orgullosos de quienes defienden su escudo tanto fuera como dentro de un campo de fútbol.

 

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