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75 años del fin de la Gestapo, la policía secreta de Hilter

Efemérides

La policía secreta de la Alemania Nazi fue la responsable de la deportación de miles de judíos a campos de exterminio

Todavía quedan rastros de Hitler en Alemania

Civiles lloran a sus muertos durante la Segunda Guerra Mundial.
A. Z.

07 de mayo 2020 - 09:00

Gestapo, la abreviatura en alemán de Policía Estatal Secreta Geheime Staatspolizei, fue la policía política de la Alemania nazi, y la encargada de eliminar cualquier oposición al a los nazis tanto en territorio alemán, como en los ocupados durante los años que duró la Guerra y la ocupación. Además, junto al SD, Sicherheitsdienst (‘Servicio de seguridad’), fue responsable de la deportación en Europa de miles de judíos a campos de exterminio. La organización secreta es la protagonista de uno de los capítulos más negros de la historia, no sólo en Alemania, sino en todo el mundo.

Cuando los nazis llegaron al poder en 1933, el ministro prusiano Hermann Göring creó por orden del régimen una todopoderosa fuerza policial secreta inmune ante cualquier acción judicial para llevar a cabo sus investigaciones y operaciones. Debido a su tamaño relativamente pequeño (poco más de 30.000 personas a mediados de los años 40), el servicio policial basaba sus actuaciones en las denuncias de ciudadanos alemanes que sospechaban sus vecinos. Miles de izquierdistas, intelectuales, judíos, sindicalistas, gitanos, homosexuales y algunos religiosos, simplemente desaparecieron tras ser arrestados por la Gestapo y fueron llevados a campos de concentración como Auschwitz.

Una de las características que más destaca en la organización secreta es que operaba sin restricciones civiles, es decir, tenían la autoridad de realizar ‘arrestos preventivos’ con total inmunidad ya que sus acciones no estaban sujetas a apelación judicial.

Métodos brutales

La frase Verschärfte Vernehmung (en alemán, interrogatorio mejorado), fue inventada en 1937 por los propios nazis, describiendo una forma de tortura que no dejaba ninguna marca. Entre las distintas torturas que los alemanes pusieron en marcha, documentos de la época revelan que se encontraban congelar a los prisioneros hasta casi la muerte, palizas repetidas, largas paradas forzadas, submarinismo, duchas frías en habitaciones con aire acondicionado, posiciones de estrés, retención de medicamentos y dejar a los prisioneros heridos o enfermos solos en las celdas durante días y días, aumentar el calor en las celdas donde se alojaba a un prisionero que querían interrogar e, incluso, a veces se les pedía a los prisioneros que firmaran una declaración escrita, incluyendo su nombre, ocupación, rango y posición en el ejército oponente.

Entre otras atrocidades, los alemanes usaron hospitales para desnutrir y matar de hambre a los oponentes, hasta el punto de que voluntariamente pidieron compartir datos de inteligencia a cambio de comida.

Pero las técnicas astutas de los nazis fueron un paso más allá. Utilizaron enfermeras en hospitales para seducir a las fuerzas estadounidenses y aliadas, mostrándoles afecto y leyéndoles historias estadounidenses, todo era parte de su plan maestro que incluía el uso de agentes secretos para descubrir información crucial de las fuerzas del ejército oponente.

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