El cambio de hora en España está a una votación de ser eliminado tras años de debate

El Gobierno de España propone hoy a la UE poner fin a esta práctica bianual que, según estudios científicos, apenas genera ahorro energético y afecta negativamente a la salud

Estos son los países que nunca cambian la hora (y por qué dicen que duermen mejor)

Pedro Sánchez: "Cambiar la hora dos veces al año ya no tiene sentido" / Redacción

El cambio de hora estacional llegará a su fin en 2026, según ha anunciado hoy el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Tras años de debate y múltiples estudios científicos que cuestionan sus beneficios, España llevará la propuesta al Consejo de Energía de la Unión Europea para solicitar formalmente que se ponga en marcha el mecanismo de revisión competente. Esta decisión responde a la creciente evidencia científica sobre los escasos beneficios energéticos que aporta el cambio horario semestral y sus comprobados efectos negativos en la salud de los ciudadanos.

"Como sabéis, esta semana se vuelve a cambiar la hora, otra vez, y francamente yo ya no le veo sentido. En todas las encuestas a las que se les pregunta a los españoles y a los europeos, de manera mayoritaria, están en contra de cambiar el horario. Además, la ciencia nos dice que ya no supone un ahorro energético y lo que sí nos dice la ciencia es que trastoca los ritmos biológicos dos veces al año", ha declarado Sánchez durante su intervención. El presidente ha recordado que este debate viene gestándose desde hace tiempo, específicamente desde que "el Parlamento Europeo votó hace 6 años acabar con el cambio horario". Por ello, ha señalado que "hoy el gobierno de España va a defender en el Consejo Europeo el que hagamos valer ese voto mayoritario y dejemos de cambiar las horas por fin en el año 2026".

Sánchez ha concluido su intervención definiendo esta iniciativa como un ejemplo de política útil, aquella "que escucha a los ciudadanos, también a la ciencia y los lleva a su legislación". La propuesta cuenta con un amplio respaldo ciudadano y experto que avala la eliminación definitiva de este sistema que se ha mantenido durante décadas pese a los cuestionamientos sobre su eficacia.

Una práctica con orígenes en el ahorro energético que ha perdido su justificación

El cambio de hora bianual se implementó originalmente en la década de 1970 como respuesta a la crisis del petróleo, con el objetivo principal de aprovechar mejor la luz solar y reducir el consumo energético en iluminación. Sin embargo, numerosos estudios realizados en las últimas décadas han demostrado que el ahorro energético real es prácticamente insignificante en la actualidad, situándose por debajo del 0,5% según los análisis más recientes presentados ante la Comisión Europea.

Los patrones de consumo energético han cambiado significativamente desde la implementación de esta medida. Actualmente, el consumo eléctrico está más vinculado al uso de dispositivos electrónicos, sistemas de climatización y electrodomésticos que al simple alumbrado, lo que ha reducido considerablemente el impacto de esta práctica. Además, con la generalización de la iluminación LED de bajo consumo, los posibles beneficios energéticos se han reducido aún más, haciendo que el cambio horario resulte cada vez menos relevante desde la perspectiva del ahorro.

Impacto en la salud y calidad de vida

Uno de los argumentos más sólidos contra el cambio de hora es su demostrado efecto negativo sobre la salud. Investigaciones médicas han documentado ampliamente cómo la alteración brusca del horario afecta a los ritmos circadianos, provocando trastornos del sueño, irritabilidad, falta de concentración e incluso un incremento temporal en el riesgo de accidentes cardiovasculares en los días posteriores al cambio.

La Sociedad Española de Neurología ha venido advirtiendo durante años sobre estos efectos, señalando que el cambio horario puede tardar hasta una semana en ser asimilado por el organismo. Los colectivos más vulnerables a estas alteraciones son los niños pequeños, las personas mayores y quienes padecen trastornos del sueño crónicos, para quienes el ajuste de horarios supone un desafío significativo que puede afectar su bienestar durante días o incluso semanas.

El largo camino hacia la eliminación del cambio horario

La iniciativa española no es nueva en el contexto europeo. En marzo de 2019, el Parlamento Europeo ya había votado a favor de eliminar el cambio de hora estacional a partir de 2021, con 410 votos a favor y 192 en contra. Sin embargo, la pandemia de COVID-19 y las discrepancias entre los estados miembros sobre qué horario (invierno o verano) adoptar de forma permanente ralentizaron el proceso. La falta de consenso sobre cómo implementar esta medida ha provocado que, seis años después de aquella votación, el cambio horario siga vigente en toda la Unión Europea.

La propuesta actual del Gobierno español busca reactivar este proceso y establecer una fecha definitiva para su eliminación en 2026, dando tiempo suficiente para que los países miembros adopten sus decisiones respecto al huso horario que mantendrán permanentemente. España se suma así a países como Finlandia, Portugal y Polonia que han manifestado abiertamente su deseo de acabar con esta práctica en los últimos años.

¿Qué huso horario adoptaría España permanentemente?

Una de las cuestiones más relevantes que deberá decidirse en los próximos meses es qué horario mantendrá España de forma permanente. Geográficamente, España debería situarse en el huso horario GMT (el mismo que Reino Unido y Portugal), pero desde 1940 se mantiene en GMT+1, el mismo que Alemania y Francia, una decisión que ha sido objeto de debate entre especialistas en cronobiología y economistas durante décadas.

Los estudios realizados por la Comisión de Racionalización de Horarios Españoles sugieren que mantener permanentemente el horario de invierno (GMT+1) sería la opción más acorde con la posición geográfica de España y podría contribuir a mejorar los hábitos de sueño de la población. Por otro lado, el sector turístico se ha mostrado más favorable al horario de verano (GMT+2) por los beneficios económicos que suponen las tardes más largas durante la temporada alta.

Consecuencias prácticas para los ciudadanos

De aprobarse definitivamente la propuesta española y establecerse 2026 como fecha para eliminar el cambio horario, los ciudadanos experimentarán un período de adaptación a un horario fijo. La medida podría tener implicaciones en diversos ámbitos como los horarios laborales, escolares y comerciales, que podrían requerir ajustes para adaptarse al nuevo escenario.

No obstante, expertos en productividad laboral y conciliación familiar sostienen que un horario estable durante todo el año facilitaría la planificación y podría contribuir positivamente a la racionalización de los horarios españoles, tradicionalmente más extendidos que en otros países europeos. La eliminación del cambio horario podría ser el primer paso hacia una reforma más amplia de los horarios que mejore la calidad de vida y la conciliación laboral y familiar.

stats