El pasado domingo, 19 de diciembre, el pequeño Mohamed, de solo 8 años de edad y residente del barrio ceutí de Loma Colmenar, salió de su casa para ir a jugar con sus amigos a unas pistas deportivas muy cercanas al domicilio.

En torno a las 20:00 se le vio por última vez. Su cuerpo no apareció hasta 12 horas después, cuando un familiar reconoció su chaqueta colgada de un árbol y un Policía peinó la zona colindante hasta encontrarlo junto a unos matorrales, semidesnudo y con signos de violencia, especialmente en la zona de la cabeza.

Lo que arroja la autopsia

Tras la realización de la autopsia, que se repitió para cotejar los datos, con la que sobre todo se trataba de conocer la causa de la muerte para descartar el accidente y si había habido o no un móvil sexual, los médicos pudieron comprobar varias cosas: en primer lugar, quedó confirmado que la muerte no había sido accidental y que su causa fue un fuerte golpe en la cabeza con un objeto romo y contundente.

No se sabe si en la agresión participó una persona o lo hicieron varias pero sí se ha determinado que quien lo hizo se ensañó con el pequeño. Además también quedó descartada la agresión sexual, aunque no se entiende que el menor apareciera semidesnudo. Por último, en su cuerpo se han encontrado huellas dactilares de tres personas diferentes, algo de lo que ha informado recientemente el portavoz de la familia, Jalid Alid Amar.

La investigación

Al conocer estos datos la Policía está centrando la investigación en conocer las costumbres y amistades de Mohamed para intentar reconstruir los pasos que dio antes de que alguien lo agrediera la tarde del domingo 19 de diciembre.

Para ello ha citado a los hermanos del menor para que declaren en Comisaría así como también ha pedido a varios amigos de la víctima y del entorno que visiten la Jefatura Superior de Policía para recabar más datos.

Por otro lado están recogiendo muestras de ADN de multitud de personas para poderlas comparar con las huellas que aparecieron en el cuerpo de Mohamed.

Por el momento no descartan ninguna hipótesis y contemplan la opción de que en el asesinato participara más de una persona e incluso valora la posibilidad de que alguno o algunos fueran menores de edad. No han trascendido más datos porque la jueza que lleva el caso decretó el secreto de sumario por tratarse de un menor y por la gravedad de los hechos. 

El entierro

El entierro del pequeño Mohamed tuvo lugar el día 22 de diciembre a primera hora de la tarde después de que sus padres pudieran quedarse un rato a solas con el niño en el Tanatorio de la ciudad.

Lo enterraron siguiendo la religión musulmana, por lo que llevaron el féretro a hombros hasta la Mezquita para luego ser enterrado en el cementerio musulmán Sidi Embarek de Ceuta.