Un estudio señala la disminución del uso de los anticonceptivos en España

El uso de la píldora y el preservativo, los métodos anticonceptivos más utilizados en España, se ha reducido en los últimos dos años, mientras que se mantiene una elevada exposición al riesgo de embarazo no deseado, en el que se incluyen casi dos millones de mujeres.

Son algunas de las conclusiones de la VII Encuesta Bayer de Anticoncepción en España, basada en 2.000 entrevistas a mujeres en edad fértil (de 15 a 49 años), realizada por el equipo Daphne para conocer sus hábitos en materia de anticoncepción.

El informe muestra una consolidación favorable del uso de métodos anticonceptivos, que utilizan el 75% frente al 79% de las mujeres que lo hacían en 2009, explicó uno de los responsables del estudio, Javier Martínez, quien admitió que la crisis ha podido incidir en este descenso "porque los métodos cuestan".

Así, en ese mismo periodo, se ha reducido del 37,3% al 35,6% el uso del preservativo, del 17,9% al 16,3% el de la píldora y del 1,5% al 1,3% el uso de ambos métodos.

El informe también señala un aumento del porcentaje de mujeres que no utilizan ningún sistema para evitar el embarazo -del 21% en 2009 al 24,8% en 2011-.

En España se usa el doble que en el resto de Europa el preservativo, mientras que la píldora anticonceptiva la mitad.

Entre las razones se encuentran el mantenimiento de "falsas creencias y mitos sobre algunos métodos hormonales, como que la píldora engorda" o que es necesario descansar de su uso, explicó el doctor Martínez, jefe del servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Severo Ochoa de Madrid.

"Hay que trabajar para reducir el alto riesgo de embarazo", destacó Isabel Serrano, presidenta de la Federación de Planificación Familiar Estatal, quien recordó que de los cerca de dos millones de mujeres que asumen el riesgo de un embarazo la mitad es por no adoptar ninguna prevención y la otra mitad usan el preservativo pero no en todas sus relaciones.

En concreto, la mitad de las mujeres justifican su uso intermitente por ser una relación imprevista, el 35% por interferir en el momento de la relación y el 10% por el estado de euforia del momento.

Respecto a la fuente de información, la mayoría de las más jóvenes lo hacen a través de su entorno social (familia, amigos y colegio), mientras que las de mayor edad tienen en cuenta en mayor proporción la información sanitaria.

Ambos médicos apostaron por la educación como factor determinante en el cambio de los comportamientos anticonceptivos.

"Tenemos que conseguir que se incluya la educación sexual en el currículum escolar para que se fije un horario", aseguró la ginecóloga Isabel Serrano, quien apostó por hacerlo "en edades tempranas -desde los 6 a los 8 años-, aunque con contenidos pactados con la comunidad escolar".

Los responsables médicos se opusieron a una reforma de la ley del aborto. "Sería un error hacerlo porque se ha consolidado en estos dos años", opinó Martínez, quien recordó que la legislación española es similar a la de otros países de Europa.

Para la ginecóloga Serrano, "no hay que olvidar que la ley no se refiere sólo al aborto, sino también a educación sexual y reproductiva".