Así es la enigmática pizarra de Stephen Hawking

El programa 'Cuarto Milenio', que presenta y dirige Iker Jiménez, tiene acostumbrado a su público a brindarle todos los misterios de la arqueología, la investigación criminal y la ciencia de la mano de los mejores catedráticos. En la nave del misterio se tratan los más apasionantes temas relacionados con el mundo de lo desconocido: ufología, parapsicología, demonología, criminología y ocultismo. En su último episodio ha destacado un apartado concreto: el análisis de la enigmática pizarra de Stephen Hawking que puede visitarse en el Museo de Ciencias de Londres hasta el próximo 12 de junio y en la que se advierten diferentes símbolos, frases, dibujos, ecuaciones y anotaciones indescifrables.

Iker Jiménez analiza junto al periodista y divulgador científico José Manuel Nieves lo que califican como "un recuerdo". Un elemento que queda para la historia y que ahora ve la luz para que la humanidad pueda disfrutar de él.

Esta pizarra la dejó Hawking tras su muerte en 2018 y en ella hay una marciano barbudo, una araña que parece una nave de space invaders y una lata con esta inscripción que nadie ha logrado descifrar: super gravedad de Exxon, que llamó especialmente la atención de Iker Jiménez.

Nadie sabe aún cuál puede ser el significado de las decenas de extraños garabatos que contiene la pizarra de Stephen Hawking. Estamos, sin duda, ante todo un reto para miles de mentes privilegiadas que se afanan día a día por avanzar en las diferentes ciencias. Tal y como el propio Hawking indica en el interior de la pizarra no hay que olvidar "hacer una doble comprobación de tus resultados". Lo que puede derivar en el tan cacareado nada es lo que parece.

Hawking, autor de gran parte de los descubrimientos de la astrofísica moderna, rellenó esa pizarra en 1980, en el transcurso de una convención científica sobre superespacio y supergravedad y estuvo durante 35 años en el despacho del científico en Cambridge.

Ahora todos tenemos la opción de inspirarnos de tanto talento observando de cerca ese trabajo de Hawking en el Museo de Ciencias londinense. Y de encontrarle el sentido completo a una obra cuyos elementos por separado lo único a lo que invitan es al caos, el desorden y la falta de lógica experimental.