'Aliens' locos, mandíbulas salvajes
CRÍTICA VIDEOJUEGOS
The Maw | Twisted Pixel | +3 | 800pt | Xbox360
Maw, una entrañable criatura con una excepcional necesidad de comer, y Frank, un simpático y avispado alienígena, son los dos ingredientes que hacen posible uno de los juegos más estimulantes y divertidos de los últimos tiempos.
Secuestrados por mercenarios sin escrúpulos, sendos personajes se conocen en la nave raptora, derribada en un golpe de suerte gracias al cual consiguen escapar. A partir de entonces, la huída del delirante y peligroso planeta se convertirá en la única ambición de Frank, el personaje que encarnamos, para lo cual habrá de emplear la voracidad sin límites de su nuevo amigo (cuyo franco, mudo y gástrico carisma podría situarle en el top ten de mitos del píxel si el juego hubiera albergado una mayor ambición), en una relación de mutua dependencia que marcará de principio a fin el desarrollo de la aventura.
Una aventura caracterizada por una asombrosa diversidad de criaturas, desde naturales hasta tecnológicas, que nos harán el camino tan difícil como divertido e inesperado. Título de corta duración, pero cuidado como una gema en el catálogo del bazar Xbox Live, el pequeño milagro de The Maw nos recuerda que el valor real de un juego va más allá de sus cualidades técnicas (aquí muy apreciables, sin duda, aunque no esenciales), ofreciéndonos en su sabia combinación de puzzle y plataforma, el brillante, y en ocasiones humorístico, espectáculo de nuestra propia inteligencia.
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