El satélite europeo Sentinel-1D completa la constelación de vigilancia terrestre desde el espacio

El cuarto satélite de observación por radar de la Agencia Espacial Europea amplía la capacidad de monitorizar cambios climáticos, desastres naturales y movimientos del terreno

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Lanzamiento del satélite europeo Sentinel-1D / Vídeo: Arianespace, ESA

La Agencia Espacial Europea (ESA) completó con éxito el lanzamiento del satélite Sentinel-1D, el último de la primera generación de esta misión de observación terrestre que proporciona imágenes de radar de alta resolución del planeta.

El despegue tuvo lugar desde el Puerto Espacial Europeo en la Guayana Francesa, a bordo del cohete Ariane 6. El satélite alcanzó su órbita 34 minutos después del lanzamiento y estableció comunicación con los equipos de tierra, confirmando el éxito de la operación.

Un sistema de vigilancia que funciona día y noche

El Sentinel-1D se une ahora a su gemelo, el Sentinel-1C, para formar una constelación de satélites que orbitan en lados opuestos del globo, separados por 180 grados.

Esta disposición permite optimizar la cobertura global y la entrega de datos a los usuarios que dependen de esta información: equipos de respuesta ante desastres, agencias medioambientales, autoridades marítimas, científicos climáticos y la comunidad internacional de observación terrestre.

La singularidad de estos satélites reside en su tecnología de radar de apertura sintética (SAR, por sus siglas en inglés), que permite captar imágenes de alta resolución de la superficie terrestre en cualquier circunstancia meteorológica, tanto de día como de noche.

A diferencia de los satélites ópticos convencionales, que dependen de la luz solar y se ven limitados por la cobertura de nubes, los Sentinel-1 pueden atravesar la atmósfera y obtener datos continuos incluso en las condiciones más adversas.

Ambos satélites incorporan además un Sistema de Identificación Automática (AIS) que mejora la detección y el seguimiento de embarcaciones en zonas marítimas, proporcionando datos sobre identidad, ubicación, dirección de navegación y posicionamiento preciso de los buques.

Reemplazo de una veterana misión espacial

Una vez que el Sentinel-1D esté plenamente operativo, reemplazará al Sentinel-1A, que ha estado en servicio durante más de 11 años, superando con creces su vida útil prevista.

El Sentinel-1A fue el primer satélite de la serie, lanzado en abril de 2014, seguido por el Sentinel-1B en 2016.

Este último finalizó su misión en agosto de 2022 tras experimentar una anomalía técnica que le impidió seguir adquiriendo datos. El satélite fue desorbitado con éxito y reentrará en la atmósfera terrestre en un plazo de 25 años.

El Sentinel-1D, preparado en la torre de lanzamiento. / Arianespace, ESA

Simonetta Cheli, directora de los Programas de Observación de la Tierra de la ESA, destacó la importancia del lanzamiento: "La continuidad de servicio que esto proporciona al Programa Espacial de la Unión Europea es vital para abordar los desafíos globales a los que nos enfrentamos. Los ciudadanos se beneficiarán de la contribución que esta misión hace a la comprensión científica de nuestro entorno, proporcionando datos precisos y fiables sobre movimientos en nuestras capas de hielo, ecosistemas forestales, desplazamientos del terreno y mucho más".

Aplicaciones prácticas de los datos satelitales

Desde el lanzamiento del primer Sentinel-1 en 2014, la misión ha transformado la manera en que se observa el planeta, adoptando un enfoque sistemático para la adquisición de datos y la construcción de series temporales de información radar de alta calidad que abarcan los últimos 11 años.

Esta continuidad ha permitido reconfigurar la visión del planeta Tierra al contribuir datos a servicios públicos y estudios científicos sobre cambios ambientales y climáticos.

Lanzamiento del satélite europeo Sentinel-1D / Arianespace, ESA

Entre las aplicaciones concretas de los datos del Sentinel-1 se incluyen el análisis de inundaciones bajo la capa de hielo de Groenlandia, el seguimiento de la pérdida de hielo en glaciares que afecta al clima, la monitorización de incendios destructivos en bosques amenazados de Sudamérica, el registro de movimientos del terreno tras terremotos potentes, y la medición de una de las mayores emisiones de metano relacionadas con la actividad humana jamás registradas.

La capacidad del Sentinel-1 para penetrar la espesa cobertura de nubes permite seguir alteraciones y cambios sutiles en las selvas tropicales.

Su radar de apertura sintética también proporciona información sobre hundimientos y desplazamientos del terreno en toda Europa, alimentando datos al Servicio Europeo de Movimiento del Suelo.

Los datos del Sentinel-1 complementan además la información de otras misiones Sentinel, impulsando una mejora en la capacidad de observar y comprender el ciclo del agua a escala global.

Tecnología europea de última generación

La misión Sentinel-1 es el resultado de una estrecha colaboración entre la ESA, la Comisión Europea, la industria, proveedores de servicios y usuarios de datos.

Diseñados y construidos por un consorcio de más de 70 empresas lideradas por Thales Alenia Space y Airbus Defence and Space, estos satélites constituyen un ejemplo destacado de la excelencia tecnológica europea.

La misión forma parte de la familia de satélites Sentinel del programa Copernicus, desarrollados por la Agencia Espacial Europea para la Comisión Europea.

Copernicus es el componente de observación terrestre del Programa Espacial de la Unión Europea y apoya a la UE en su contribución a soluciones para abordar desafíos globales comunes.

Los datos proporcionados por las misiones Sentinel son la base de los servicios operativos de información de Copernicus, que ayudan a gestionar el medio ambiente, monitorizar y reaccionar ante el cambio climático y salvaguardar vidas.

Los datos del Sentinel-1 están disponibles de forma gratuita a través del Ecosistema de Datos Espaciales de Copernicus, proporcionando acceso instantáneo a una amplia gama de información tanto de las misiones Sentinel como de las misiones colaboradoras de Copernicus.

El cohete Ariane 6, garante del acceso europeo al espacio

El Sentinel-1D fue lanzado en un cohete Ariane 6 en el vuelo VA265, equipado con dos propulsores para este despegue.

El Ariane 6 es el lanzador pesado de Europa y un elemento clave de los esfuerzos de la ESA para garantizar el acceso autónomo al espacio para los ciudadanos europeos.

Su diseño modular y versátil le permite lanzar misiones tanto a órbita terrestre baja como a destinos mucho más alejados en el espacio profundo.

Con más de 60 metros de altura, el Ariane 6 puede alcanzar casi 900 toneladas de peso cuando se lanza con una carga útil completa.

Ramon Torres, responsable del Proyecto Sentinel-1 en la ESA, celebró la culminación de este hito: "Mi equipo está encantado de completar este punto clave para esta misión pionera. Es la culminación de muchos años de excelente trabajo para garantizar que Sentinel-1 continúe generando imágenes y datos de radar de alta calidad que respondan a las preguntas científicas y desafíos clave a los que nos enfrentamos hoy".

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