No, ni ella misma podía imaginar que en 2021 llevaría 18 temporadas siendo la reina de las mañanas. Ni nadie podría concebir un liderazgo tan prolongado en la televisión en España. No estamos hablando de un récrord de longevidad, sino de afirmación indiscutible. Sólo un cáncer ha podido apartar a Ana Rosa, esperemos que por muy poco tiempo, de una pantalla que es su casa. A sus 65 años tiene mucha cuerda para rato.

Ana Rosa Quintana, pese a que parezca que siempre estuvo en el televisor, no fue de los primeros nombres que estaban en las listas de las nuevas privadas, en 1990. Y ya por entonces tenía su veteranía. Había debutado ante las cámaras de TVE muy joven, con 26 años, procedente de la radio.  Aquella joven que aparecía en Última edición hace 40 años en la casi única cadena llegaba de programas musicales en Radio 80 y llegó  a ser directora de contenidos en Radio 80 y de Antena. De la Antena 3 Radio concebida por Martín Ferrand. En las ondas estuvo 'invisible' durante más de doce años, sin sospechar nadie por entonces que una figura como  ella podía erigirse en estrella de los magacines, de la tele primero en las tardes y desde 2005, en las mañanas, siendo líder de su franja desde entonces.

Ana Rosa Quintana en su etapa triunfal en las tardes de Antena 3, veinte años atrás

Casada con el reportero Alfonso Rojo, en la radio conoció a su segunda pareja (con el que no llegó a casarse), el director de cine José Luis Garci, con el que coincidía en las tertulias de Miguel Ángel Nieto y Jesus Hermida  en la radio que comandaba a la medianoche José María García. Siempre tuvo potencial esta periodista que levantó las tardes radiofónicas de aquella cadena zampada por Prisa en el magacín de Miguel Angel García Juez.

Ana Rosa, como le decían en la ficción a Carmen Maura en 1981 en Esta noche, valía mucho. Y la intuición de que era el nombre que necesitaba la televisión informativa desenfadada vino del gaditano Pepe Oneto, fallecido hace tres años, quien llevó de nuevo así a Ana Rosa a la primera división de la pantalla.

Oneto fue quien la ubicó en la franja de sobremesa junto a Rosa Villacastín para un suplemento cardíaco a las noticias, Extra Rosa, en 1997. Poco antes Ana Rosa había animado la sobremesa de Telecinco con los casos ficcionados de los juicios de Veredicto y condujo el Hay una carta para ti que se llamó por entonces Nunca es tarde. Fichó por Antena 3 para un talk show: Simplemente, Ana Rosa. Iba por delante a nivel nacional de Patricia Gaztañaga y era la respuesta de la entonces cadena del Grupo Zeta al espacio de testimonios de Ana García Lozano en Telecinco. La vida iba a ser más imprevisible.

Patricia Pardo se funde en un abrazo con Ana Rosa tras comunicar ésta su baja

En el verano del 97 la sobremesa era para Qué me dices, en Telecinco, repaso con guasa de las figuras que aparecían en las revistas.

La idea de Oneto, con Jesús Hermida como director de Antena 3, era responder a Telecinco con un formato más elegante.  Extra Rosa caló de momento y a su vez tuvo un desgaste rápido. Lo que no contaba nadie es que la sonriente Ana Rosa, que era la segunda de a bordo, volara rápido hacia su propio magacín por la tarde llevándose a otro de los comentaristas de aquel espacio, Jorge Javier Vázquez.

El acierto del de San Fernando es de los perduran hasta hoy. El entonces efímero director de informativos de Antena 3, hombre de confianza del Grupo Zeta, cedía su silla pocos meses después con la entrada de Telefónica y Ernesto Sáenz de Buruaga. Pepe Oneto estaba más a gusto en tertulias y debates. Incluida la mesa, donde participó hasta última hora, de El programa de AR.

Rosa Villacastín y Ana Rosa Quintana (centro), con algunos colaboradores de 'Extra Rosa', como Carlos García-Calvo (primero a la dcha.)