Fuentes triunfa por oficio y una espada contundente
El novillero granadino corta dos orejas · El algabeño Juan Moreno, que se entrega sin reservas, y el sevillano Martín Carmona, se marchan de vacío
tercera novillada de promoción en sevilla
GANADERÍA: Novillada de Ganadería Marqués de Domecq, en conjunto correctamente presentada, encastada y con movilidad.TOREROS: Martín Carmona, de corinto y oro. Dos pinchazos y casi entera caída (silencio). En el cuarto, pinchazo y media chalequera (silencio). Juan Moreno, de blanco y oro. Casi entera muy caída y estocada (silencio tras aviso). En el quinto, metisaca, dos pinchazos, media y ocho descabellos (saludos tras aviso). José Ángel Fuentes, de grana y oro. Estocada (oreja). En el sexto, estocada (oreja).Incidencias: Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Jueves 14 de julio de 2011. Algo más de media entrada. Juan Moreno fue atendido en la enfermería de la plaza de "contusión y varetazo corrido en pared costal izquierda. Se practica cura y se aconseja estudio radiológico. Pronóstico leve". La luna llena presidió la tercera novillada de promoción nocturna en una Maestranza con buen ambiente y un público festivo, que apoyó todo lo que hicieron los incipientes toreros.
Compitieron dos sevillanos y un granadino (de Villanueva Mesía). El último ganó la partida a los toreros locales. Cortó dos orejas y, entre otras cualidades positivas, sus faenas estuvieron marcadas por la ligazón ante un buen lote de astados de Ganadería Marqués de Domecq, que ofreció, en su conjunto, un buen encierro, con movilidad y motor y que estuvo correctamente presentado.
José Ángel Fuentes, un chaval espigado de 17 años, criado taurinamente a la vera de David Fandila El Fandi y de su familia, se mostró seguro ante su primer novillo. Hilvanó con facilidad los muletazos en varias tandas por ambos pitones, en las que fue ovacionado. En la suerte suprema se volcó de verdad para enterrar el acero y conseguir su primer trofeo.
Con el sexto eral, otro animal que persiguió los engaños de manera incansable, el villanovero reafirmó las condiciones ya reseñadas. Recibió al astado con una larga cambiada y, ya de pie, ganó terreno a la verónica. Con la muleta, en las afueras, destacó especialmente con la diestra, en una faena que alargó excesivamente. De nuevo, hilvanó los muletazos y aportó variedad, como una capeína o un cambio de mano, así como unas manoletinas en el epílogo. Se tiró a ley para un estoconazo soberano.
El algabeño Juan Moreno –al que erróneamente le han anunciado en carteles y pasquines como Juan Romero– y pertenece a la Escuela de su localidad, destacó por su entrega. Empleando el argot y como elogio:estuvo en novillero. Debe resolver la manera de atacar en la suerte suprema. A su primer eral, bueno y con recorrido, lo recibió con dos largas cambiadas en las rayas. La muleta la comenzó en los medios, en distancia larga, con dos muletazos por la espalda. Manejó bien la diestra –el pitón derecho fue mejor– y la faena se deslució al natural, con varios enganchones.
Con el encastado quinto volvió a poner toda la carne en el asador. Se fue a portagayola para una airosa larga cambiada de rodillas. Lanceó con garra de pie, siendo muy ovacionado. Y al querer rematar con otro lance de rodillas fue cogido, recibiendo un varetazo en el costado izquierdo. Con la muleta, muy dispuesto, se mostró voluntarioso y acelerado.
Martín Carmona, de la Escuela Sevilla-Amate, consiguió sus mejores pasajes al natural, ante el manejable primero. La faena estuvo pespunteada de enganchones y algún desarme. En su labor ante el cuarto, que se metía por el pitón izquierdo, también faltó limpieza. El novillo llegó a voltearle, aunque afortunadamente sin consecuencias.
La noche fue del granadino Fuentes, quien respaldado por El Fandi –precioso detalle el de ayudarle a liarse el capote– demostró oficio y estoqueó de manera soberana.
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