Fandiño salvó a Fuente Ymbro en su encerrona en solitario de Bayona, en donde salió en hombros tras arrancar tres orejas. Una tarde redonda del torero de Orduña, que fue el que sujetó el festejo y una corrida -con hechuras poco agradables excepto el sobrero bis y el sexto-, que fue exigente en todo momento, para estar muy atento y no venirse abajo. Inteligente, capaz, dispuesto y muy certero con la espada, Fandiño no arrojó la toalla nunca y estuvo perfecto técnicamente, pues supo dotar a cada toro -fueron muy diferentes entre sí- de la lidia que pedía.

Dos orejas le cortó al exigente quinto, con el que arriesgó enormemente buscándolo entre pase y pase aguantando que saliera con la cara alta del embroque. Otra paseó del segundo, un sobrero que embistió a su aire sin humillar y al que logró meter en el canasto viéndolo muy claro desde el principio a base de darle celo logrando tandas extraordinarias.

Con el resto del encierro, bajo de raza, a excepción del sexto, que apuntó clase, aunque le faltó fuerza, Fandiño no se rindió: muy firme estuvo con el primero, un hueso duro de roer. Apenas nada le dejó hacer el deslucido tercero. Al manso cuarto le hilvano una faena a la medida, mientras que lo intentó todo con el sexto, que apuntó buena condición pero le faltó fuerza.

Por la mañana se celebró una novillada. Se lidiaron erales de Lartet, buenos. El segundo, Caramelito, fue premiado con la vuelta al ruedo. Daniel Soto: oreja; José Cabrera: dos orejas; David de Miranda: dos orejas; y Juan de Castilla: oreja. Al término del festejo salieron a hombros Cabrera y De Miranda en compañía del ganadero de Lartet.