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Román abre la puerta grande tras la dramática cogida de Jiménez

ÚLTIMA DE FALLAS

El valenciano tuvo que lidiar cinco toros y se encontró con una bravo ejemplar de La Quinta al que cortó una oreja

El diestro sevillano, que sólo sufrió varetazos y contusiones, no pudo estoquear el resto de su lote

Milagro en Valencia: Borja Jiménez sólo sufre contusiones tras su dramática cogida

Borja Jiménez: "Para llegar a la meta tienes que pensar como una figura del toreo"

Borja fue prendido dramáticamente por el segundo y no pudo estoquear el resto de su lote. / EFE

El diestro valenciano Román salió a hombros al final de la última corrida de la feria de Fallas, en la que, por el aparatoso percance sufrido por Borja Jiménez tuvo que lidiar cinco toros de una exigente y encastada corrida de La Quinta y ante la mirada del rey Felipe VI, que ocupó una barrera tras su visita matinal a Torrent.

Anunciada como homenaje a las víctimas de la dana en la región de Valencia, la corrida se vivió entre fuertes emociones desde el mismo momento en que Borja Jiménez, al entrar a matar al segundo toro, fue prendido por el pecho y luego zarandeado de forma escalofriante, con la sensación de sufrir una, o dos, graves cornadas. Milagrosamente, al ser examinado en la enfermería no presentó, en principio, más que fuertes contusiones y algún varetazo, que finalmente le iban a impedir volver al ruedo a pesar de sus deseos de salir a matar el resto de su lote en quinto y sexto lugar.

El primero de la tarde, sim embargo, se empleó poco en los engaños, de los que salía con la cabeza alta mientras Román, voluntarioso, le alargaba una faena en la que ya sufrió la añadida molestia del fuerte viento que iba a soplar durante toda la corrida. Tuvo luego que matar también al segundo, una vez que Borja Jiménez fue llevado a la enfermería después de faenar sin gran ajuste y con poca convicción con el astado de más volumen del encierro y que, midiendo un tanto, tampoco terminó de romper con claridad hasta que prendió al sevillano en el primer encuentro con la espada.

Al tercero, ya como único matador en el ruedo, Román lo toreó con asiento y le ligó alguna tanda estimable con la derecha mientras el animal iba perdiendo celo al tiempo que la faena intensidad, sin llegar tampoco a rematarla bien con la espada, que fue su punto débil durante toda la corrida.

Esperando a Jiménez, se corrió turno y en cuarto lugar salió a la arena en último que sorteó el valenciano, un cárdeno vareado que desde el primer momento hasta su muerte se arrancó y embistió con mucha fuerza, obligándole a hacer, ahora sí, el mayor esfuerzo de la tarde. Sin que el animal llegara a desbordarle, como amenazaba, Román se puso siempre con honestidad, aunque sin llegar a domeñar por completo tan secas y amenazantes arrancadas hasta en una última serie con la derecha que, tras una estocada desprendida, ameritó el primer trofeo que paseó.

La otra oreja, la que la abrió la puerta grande, la iba a obtener del quinto, que fue, con diferencia, el toro de la corrida, por su alegre bravura y su mayor entrega en los engaños. Y lo demostró ya en un tercio de varas espectacular, con su matador poniéndole de largo para que acudiera con alegría a los dos puyazos que Puchano le recetó con maestría. Con todo, el encastado y serio toro de La Quinta no resultó fácil, pues no consentía las dudas que, por momentos, tuvo el ya fatigado pero entregado Román, que aun así acertó en varias tandas a embarcar esas buenas y hondas embestidas, por mucho que no terminara de apurarlas lo suficiente antes de cerrar el trasteo con circulares invertidos. De ahí el resultado final del duelo: una oreja para el valenciano y una aclamada vuelta al ruedo para Famoso, que contrastó mucho con el hermano de camada que salió en último lugar y que se rajó a las primeras de cambio camino de las tablas, en lo que, en realidad, fue un respiro para el matador que había tenido que hacer tan largo esfuerzo.

FICHA DE LA CORRIDA

TOROS: Seis toros de La Quinta, bien presentados y de comportamiento encastado y exigente en su conjunto, salvo el rajado sexto. El mejor fue el quinto, que recibió la vuelta al ruedo.

MATADORES: Román, de corinto y oro, ovación, silencio tras aviso, ovación tras aviso, oreja tras aviso, oreja y silencio tras aviso. Borja Jiménez, de burdeos y azabache, fue cogido por el único que mató sufriendo diversas contusiones y un varetazo en laespalda.

INCIDENCIAS: El Rey Felipe VI asistió al festejo desde una barrera. Se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas de la DANA. Lleno. Dentro de las cuadrillas destacó Puchano picando al bravo quinto.

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