El próximo viernes 29 de abril, a las 20:30, la Casa Palacio Salinas acogerá una cata benéfica organizada en colaboración de diferentes entidades andaluzas cuya recaudación irá íntegramente destinada a la restauración de la iglesia del Convento Madre de Dios, un extraordinario tesoro patrimonial, desconocido para la mayoría, enclavado en pleno corazón del sevillano Barrio de Santa Cruz.

El Consejo Regulador de Vinos de Jerez, en colaboración con la Casa Palacio Salinas, el Bar Las Teresas y la Hermandad de Santa Cruz, pone en marcha una cata-maridaje, el próximo 29 de abril, con el objetivo de recaudar fondos para la reconstrucción de la Iglesia del Convento de las Dominicas Madre de Dios.

En la víspera de la Feria de Abril y en el excepcional entorno que constituye la Casa Palacio Salinas, el evento trazará un recorrido por las más genuinas señas de identidad andaluzas, con la cata de cuatro tipos de vinos de Jerez y manzanilla especialmente seleccionados por el Consejo Regulador, acompañados de cuatro cortes de jamón ibérico aportado por el afamado Bar Las Teresas y el son de cuatro palos de guitarraflamenca.

Una oportunidad para vivir una experiencia diferente al tiempo que contribuir a la preservación de un patrimonio histórico y artístico de incalculable valor. Para quienes no pueden asistir y quieran contribuir, se ha habilitado también la posibilidad de adquirir una localidad de fila 0 que constituye un donativo de 15 euros.

Reserva de plazas: practicas@sherry.org; 956 332 050 ext3; Donativos Fila cero: ES19 2100 2143 6602 0035 2185.

Para quienes no pueden asistir y quieran contribuir, se ha habilitado también la posibilidad de adquirir una localidad de “fila 0” que constituye un donativo de 15 euros.

El Convento de Madre de Dios

La iglesia, que data de finales del siglo XV, vivió una época de deterioro que llevó a su consiguiente desalojo y cierre al culto en 2014. Gracias a la aportación de múltiples personas, instituciones y hermandades benefactoras pudo iniciar una fase de reconstrucción aún hoy por concluir. El objetivo es que este templo pueda ser restaurado en su totalidad y dar de nuevo la bienvenida a los fieles que ya acumulan más de cinco años sin la posibilidad de dar culto en esta iglesia, y a todo aquel que desee disfrutar de la riqueza cultural que este guarda.

Madre de Dios es uno de los escasos conventos de clausura activos que se mantienen en funcionamiento, en el que actualmente viven las monjas Dominicas de clausura, en su mayoría de origen keniata. Sor Adela, priora del convento, lleva más de 40 años preservando el gran legado que representa este lugar, en el que también cabe destacar su gran labor durante los ocho años de cierre que acumula la iglesia para tratar de conseguir benefactores para su necesaria restauración.

Sus muros encierran una espectacular capilla, que se cuenta entre las más grandes de los conventos sevillanos. Esta alberga auténticas obras de arte, coronadas por el impresionante Retablo Mayor, una pieza barroca del siglo XVI que constituye un tesoro cultural desconocido y desapercibido para la gran mayoría de sevillanos y visitantes.

Esta auténtica joya escondida en el Barrio Santa Cruz cerró sus puertas debido al insostenible deterioro de algunas de sus infraestructuras. Hasta 2019 no comenzó su restauración que, por falta de fondos, ha ido avanzando lentamente. La venta de dulces elaborados artesanalmente por las monjas Dominicas junto con donaciones altruistas supone la principal fuente financiación del convento y de esta obra de restauración.

Dar visibilidad a la existencia de este patrimonio es uno de los principales objetivos de la cata benéfica que se celebrará el viernes 29 de abril, que no solo constituirá una ocasión para colaborar sino la oportunidad de disfrutar de una experiencia excepcional que entronca con las raíces de la cultura andaluza, combinando arte, enología y gastronomía.

Diez años antes de que América fuera descubierta, los sevillanos vieron por primera vez el Convento Madre de Dios en pie. Su primera sede se encontraba cerca de la antigua Puerta de Triana, aunque esta ubicación no le trajo un buen destino, ya que una riada dejó al convento en muy mal estado. Por este motivo actualmente lo encontramos en la calle San José, ubicación que fue otorgada por la mismísima Reina Isabel La Católica, quien lo utilizó como hospedaje en sus múltiples visitas a Sevilla.

Son muchas las figuras importantes de la historia de Sevilla que han dejado huella en este lugar a lo largo de sus más de cuatro siglos de vida, desde la mismísima Isabel la Católica, hasta incluso llegar a guardar el sepulcro de la mujer e hijas de Hernán Cortés, la hija de Murillo o tres bisnietas de Cristóbal Colón.