En infinidad de ocasiones habrán escuchado la expresión "Te vas a quedar como el Gallo de Morón, sin plumas y cacareando". Su aplicación diaria a multitud de situaciones cotidianas es bien sabida, pero cuál es el origen de esta leyenda que, como su propio nombre indica, nació en Morón de la Frontera. La localidad sevillana celebra estos días unas jornadas de difusión y dinamización cultural y turística bajo el nombre Kakareando. En este contexto, los próximos viernes y sábado, 14 y 15 de octubre, se realizarán unas visitas guiadas teatralizadas gratuitas donde se explicará cuándo, cómo y el porqué nació esta historia que ha marcado al pueblo en los últimos cuatro siglos.

Como en tantas otras ocasiones, el Gallo de Morón, ni era un gallo ni era de Morón. Y como en casi todas las leyendas, el tiempo ha permitido que existan distintas versiones sobre la misma. Lo que sí comparten todas las variantes de esta anécdota que pasó a ser seña de identidad del municipio es que la curiosa leyenda se sitúa en el siglo XVI. 

¿Quién era el Gallo de Morón?

"En aquel entonces, el pueblo de Morón se dividía en dos bandos. Dos grupos que incluso tenían cada uno su propio alcalde, lo que provocaba muchos enfrentamientos y todo era motivo de confrontación. La autoridad superior de justicia en la época, la Real Chancillería de Granada, con el objetivo de poner orden y paz a la situación, envió a Morón a un juez, y ahí nace la leyenda", cuenta María Bernal, trabajadora de la Oficina de Turismo de la localidad.

Esta historia continúa con este juez, el doctor Juan Esquivel, quien no guardaba, precisamente, las formas en el trato con los vecinos. Debido a esta dura actitud, se comenzó a extenderse la frase "de que donde estuvise Esquivel no cantaba más gallo que él". Así, al regulador se le apodó El Gallo por su comportamiento altivo.

Pero, ¿de dónde viene lo de "sin plumas y cacareando"? "Un día, cansado el pueblo de la actitud del juez, la localidad se une por primera vez y deciden darle un escarmiento. Lo llevan a las afueras del pueblo, lo dejan desnudo y con varas de acebuche le dan una paliza. Después de aquel suceso, el juez salió corriendo y gritando hacia Granada, jurando no volver a pisar esta tierra", detalla Bernal.

Acaecido el hecho, nació la leyenda y con ella la letrilla: "Anda que te vas quedando como el gallo de Morón, sin plumas y cacareando en la mejor ocasión".

Cinco siglos después, esta historia ha traspasado el océano, y en las Morón de Cuba y Argentina también se ha exportado, si bien con distintos significados, aunque su origen proceda de la localidad sevillana: "Aquí, simbólicamente, se representa la figura de aquel juez con un gallo desplumado y cacareando; en aquellos países, el animal sí luce como un gallo bien hermoso. Aunque su sentido sea otro, su origen se traslada a la leyenda moronense".

El Gallo de Morón en Cuba.

Como antes se comentó, la historia del juez no es la única versión del Gallo de Morón. En el pueblo hay quienes cuentan que no fue la figura de un juez la que llegó a la localidad a poner orden, sino que fue un comendador, y otros hablan de un recaudador de impuestos que pagó por ser justo y pretender que los malos pagadores cumplieran con su deber. En cualquier caso, el final siempre es el mismo: terminó "sin plumas y cacareando".

El Gallo de Morón y las visitas gratuitas

Rotonda de entrada a la localidad con el Gallo de Morón.

Fue en 1916 cuando se ubicó en el Paseo del Gallo o de la Peña la escultura del Gallo de Morón, un gallo desplumado convertido en símbolo de la ciudad que preside el jardín (contruido en homenaje a la leyenda) del mirador. En 1999, una réplica de éste, de mayores dimensiones y creado en acero inoxidable, se colocó en la rotonda de entrada a la localidad, donde hoy sigue dando la bienvenida a cuantos llegan a Morón.

Para conocer esta historia, hoy seña de identidad, de manos de Engranajes Culturales, este viernes y sábado, 14 y 15 de octubre, se celebrarán cuatro visitas guiadas gratuitas. En éstas, un grupo de actores recreará la historia de la época en la que nació la leyenda del Gallo de Morón y se conocerán los monumentos más significativos de la localidad.

Así, se paseará por los espacios urbanos y patrimoniales más importantes del centro histórico de Morón bajo la batuta y representación de cuatro personajes históricos. De manos de Hernán Ruiz, uno de los arquitectos de la Iglesia de San Miguel, se visitarán las cubiertas del templo. "Esta iglesia tardó en construirse más de 200 años. Por ella pasaron once arquitectos y Hernán Ruiz fue uno de los más reconocidos", detalla Bernal desde la Oficina de Turismo.

Con el III Duque de Osuna se visitará el entorno del mirador del Castillo. "Morón, en la época en la que el juez Esquivel llegó, estaba bajo el mandato del ducado de Osuna. Los Duques vivían en nuestro Castillo y no vieron con buenos ojos la figura del juez traída desde Granada para poner orden", continúa Bernal.

Con una campesina morisca del siglo XV, perteneciente al bando árabe que tras la conquista se convirtió al cristianismo, los visitantes darán un paseo desde las Siete Revueltas hasta el mirador del Gallo, donde entrará en acción la figura de Esquivel, quien, a través de un espectáculo de títeres de Cachiporra, desvelará la historia del Gallo de Morón.

Reservas para conocer la historia del Gallo de Morón

Las visitas gratuitas tendrán una duración de unos 90 minutos y están recomendadas para público adulto.

• Viernes 14 (dos sesiones) a las 17:30 y 20:00.

• Sábado 15 (dos sesiones) a las 11:30 y a las 17:30.

Reserva online previa obligatoria: www.engranajesculturales.com; www.turismomoron.com