La Tintorería Clandestina, disfrute íntimo a la mesa en Triana, Triana
Vinos y gastronomía
Abre en el llamado Corral de los Artesanos, calle Covadonga, un espacio de catas y comidas de novedosa propuesta en Sevilla
Establecimientos que desafiaron al Covid: 20 positivos... pero no en Coronavirus
Sevilla/En la esquina de Antillano Campos con Alfarería radica El Mercader de Triana, taberna que regenta Víctor Gamero. Allí, junto a su amigo y experto en vinos Javier Compás, han venido organizando los dos últimos años catas temáticas muy exitosas. “Las plazas se han venido agotando rápidamente y pensamos en dar una respuesta a esa demanda”. Esa inquietud ha cobrado forma. Y una forma preciosa, rabiosamente trianera: en el llamado Corral de los Artesanos, calle Covadonga 9, abre La Tintorería Clandestina, un espacio gastronómico donde celebrar catas temáticas, o catas maridadas, o simplemente almuerzos. De 8 a 12 comensales podrán reservar este local rehabilitado, que hace cuatro siglos horneaba piezas de cerámica. Triana pura.
El concepto respira frescura. El comensal propone tipos de vino o comida. Y luego Víctor en los fogones y Javier, copa en mano, disponen. “El único límite está en los doce comensales que puede acoger el salón para asegurar la comodidad y el disfrute pleno, y que por las noches, a las doce, hay que cerrar para respetar el descanso de los vecinos, aunque el local esté bien insonorizado”.
La estancia se divide en un salón con cocina abierta, donde Víctor trabaja a la vista en constante interacción con los comensales, y el horno contiguo, donde empiezan las veladas con aperitivos dispuestos con gusto y estética en una mesa alta. En este caso, unos riquísimos chicharrones, canastillas de boquerones en vinagre con chutney de mango de sorprendente y exitoso contraste, y unos sabrosos brioches con roast beef y setas. Javier marida los entrantes con Edoné un espumoso manchego que sorprende por su finura. Genial para limpiar de grasa el paladar.
Los invitados pasan a la mesa mientras Víctor emplata unos carpaccios de black angus que van enrollados, rellenos de rúcula, pesto y con salsa Harry’s Bar casera. Luego, codillo. Y para acabar, un divertido postre que simula una maceta caída en un patio: el mantillo derramado es chocolate en varias texturas. Javier, mientras, ha ido sirviendo y desentrañando vinos blancos, tintos y un elegante moscatel malagueño. Son vinos especiales, que no se suelen hallar en supermercados y con algo propio que decir. Ya están convocando catas temáticas, la idea es dar dos al mes, pero también esperan propuestas para catas o comidas privadas: hay que llamar al 609562042.
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