Entre caldos con regusto rondeño
En Persona · Juan Diego Morales León
Junto a su hermano Pedro, son varios los concursos internacionales de catas a ciegas que ha ganado. Su último logro, pasar a la final del certamen Catatalentos, celebrado en Abades Triana, donde expertos bodegueros dieron el aprobado a sus propios vinos.
A 900 metros, en una de las fincas más altas de Ronda, se cultivan los viñedos de Bodegas Lunares. La temperatura que allí se alcanza, más fresca, hace que su uva (garnacha, syrah, cabernet sauvignon y tintilla de Rota) alcance la acidez idónea que tantos éxitos le ha dado a esta familia en apenas una década. Juan Diego Morales, junto a su padre y hermano, es el propietario de esta empresa que, desde Sevilla, promociona. Físico e ingeniero en electrónica, su pasión por el vino le llevó a desenvolverse sin grandes problemas en este mundo. "Comenzamos a formarnos a través de concursos, de catas... Y empezamos a ganar algunos". El último de los honores logrados fue en Abades Triana con su vino Altocielo 2010, que quedó en primera posición en la categoría de vino tinto con crianza en la primera edición del concurso Experiencia en Viña-Catatalentos de BASF, en la que vinos de Andalucía, Extremadura y Canarias compitieron por la mejor valoración. "El objetivo es conseguir la distribución de nuestros vinos por Alemania". Aunque las bodegas arrancaron en 2003, no fue hasta 2008 cuando se produjo la primera añada de Altocielo, posteriormente llegó Lunares, un vino más joven. "Desde entonces, todas las añadas se han vendido, la última fue de 18.000 botellas". Para el bodeguero, el secreto se halla "en que todo el proceso de la vendimia es manual y eso se nota en el resultado final".
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