Rutas de senderismo

Sendero de La Lobera, en El Real de la Jara

  • Descubre esta ruta circular de unos 14 kilómetros que recorre la bella dehesa de la Sierra Norte de Sevilla, cerca del límite con Badajoz.

  • Fotos y explicaciones de la ruta

En el trayecto nos encontraremos mucho ganado el libertad.

En el trayecto nos encontraremos mucho ganado el libertad. / Emilio J. de los Santos

El bello entorno de El Real de la Jara, en plena Sierra Norte de Sevilla, alberga varias rutas bastante interesantes. A la cuarta etapa de la Vía de la Plata o al Camino del Batrocal, que ya explicamos en otras guías, le sumamos ahora la georruta de La Lobera, un recorrido circular que destaca por sus dehesas, arroyadas y la presencia de varias formaciones geológicas.

La ruta puede hacerse con una ligera alteración en su inicio. Esta diferencia hará que oscile la distancia total entre los 12 y los 14 kilómetros. La versión corta tiene más asfalto y puede resultar más monótona. Aquí se va a describir la larga, que a su vez resulta más atractiva.

El primer paso consiste en ascender al castillo de El Real de la Jara. El primer paso consiste en ascender al castillo de El Real de la Jara.

El primer paso consiste en ascender al castillo de El Real de la Jara. / Emilio J. de los Santos

Comenzamos en la calle La Paz y avanzamos por la calle Real. Buscamos la señalización hacia el castillo de la localidad. Rápidamente dejamos atrás las casas mientras ascendemos una cuesta hasta la fortaleza que domina el pueblo y que ofrece una bella panorámica de toda la zona. El sendero que vamos a seguir toma la bajada de tierra que hay justo antes de llegar al mencionado castillo. En ligero descenso, alcanza el Arroyo de los Pinos y poco después el de la Víbora, que suele tener más agua.

Punto de encuentro con el Arroyo de la Víbora. Punto de encuentro con el Arroyo de la Víbora.

Punto de encuentro con el Arroyo de la Víbora. / Emilio J. de los Santos

El Arroyo de la Víbora nos va a acompañar durante unos dos kilómetros. Cuando alcancemos su curso, tendremos que ir a la derecha (río arriba). La Víbora marca en esta zona la frontera natural entre las provincias de Sevilla y Badajoz. El camino por aquí no está señalizado, pero siempre estará delimitado por las vallas de dos fincas. Lo ideal es seguir la margen derecha, sin cruzar en ningún momento. En algunos tramos la caminata puede complicarse por la vegetación o por la erosión del terreno. Pese a estas dificultades, merece la pena ir por aquí para disfrutar del paisaje ribereño.

A pocos metros conectaremos con el primer tramo por asfalto. A pocos metros conectaremos con el primer tramo por asfalto.

A pocos metros conectaremos con el primer tramo por asfalto. / Emilio J. de los Santos

A los tres kilómetros de marcha, conectamos con el Camino de Santa María. Se trata de una carretera con poco tránsito que procede del pueblo. Precisamente, la alternativa sencilla de esta circular consiste en venir desde El Real de la Jara por este carril. Será más cómodo y algo más corto, pero el contacto con la naturaleza es menor.

En cuanto pisemos el asfalto, veremos postes y señales indicando las distancias. No son muy abundantes, pero en cada bifurcación habrá alguna marca. Con esto basta. A los dos kilómetros de entrar en dicha carretera, veremos un camino de tierra que sale por la derecha: es la salida.

En este punto abandonamos la carretera. En este punto abandonamos la carretera.

En este punto abandonamos la carretera. / Emilio J. de los Santos

El siguiente tramo irá en todo momento junto al Arroyo de La Lobera, que discurre al pie de la Loma del Madroñal, a nuestra derecha. A la izquierda, veremos las ondulaciones de Sierra del Pimpollar, uno de los puntos más elevados de la provincia de Sevilla y una zona en la que hasta mediados del siglo XX se decía que había lobos. Puede que nos llame la atención las formaciones de pizarra que veremos por aquí. Algunos carteles nos explicarán su origen y formación.

El paisaje brinda bonitas estampas con formaciones pizarra en el lecho del arroyo. El paisaje brinda bonitas estampas con formaciones pizarra en el lecho del arroyo.

El paisaje brinda bonitas estampas con formaciones pizarra en el lecho del arroyo. / Emilio J. de los Santos

Nuestro paseo, aunque no lo parezca, va en una subida constante. En varias ocasiones, vadearemos unos arroyos de caudal irregular por unos pasos de cemento. Precaución porque en época de lluvia nos pueden dificultar el paso.

Alcanzaremos así el Cortijo de La Lobera, a los 8 km del inicio de la marcha. Por aquí conectamos con la carretera SE-179. En este punto vamos a adquirir consciencia del progresivo ascenso que hemos ido acumulando. Sobre el asfalto, andaremos unos metros tomando una curva que nos dejará en el Puerto de La Parrilla, donde veremos un cartel informativo. Este puerto supone la separación más elevada entre las subcuencas hidrológicas del Río Rivera del Cala, al oeste, y del Río Viar, al este, ambos afluentes del Guadalquivir.

Desde el segundo tramo de asfalto se alcanzará el punto más alto y se disfrutará de una panorámica del entorno. Desde el segundo tramo de asfalto se alcanzará el punto más alto y se disfrutará de una panorámica del entorno.

Desde el segundo tramo de asfalto se alcanzará el punto más alto y se disfrutará de una panorámica del entorno. / Emilio J. de los Santos

Toca ahora iniciar un descenso por el Camino del Colmenar, que nos irá aproximando poco a poco a El Real de la Jara. Tras pasar la puerta de la Finca de las Minas, nos aguarda otra subida por un repecho algo más pronunciado durante un kilómetro aproximadamente.

El segundo ascenso es algo más corto, pero tiene más pendiente. El segundo ascenso es algo más corto, pero tiene más pendiente.

El segundo ascenso es algo más corto, pero tiene más pendiente. / Emilio J. de los Santos

Ya sólo queda avanzar en leve descenso por una pista muy cómoda que acaba desembocando con la SE-177. Alcanzaremos finalmente la calle La Paz, ya dentro del municipio, para cerrar la circular.

No se trata de una ruta complicada, pero es larga y, si se opta por ir junto al Arroyo del la Víbora en su inicio, puede que se complique levemente. Otra cosa a tener en cuenta es que suele haber mucho ganado suelto, sobre todo ovejas y cabras con la posible presencia de perros pastores. Tampoco es una ruta con mucha sombra: aunque en todo momento va por dehesa, gran parte del trazado está al sol.

En el mapa, la línea más clara es el recorrido corto.

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