Consagrado o inédito: una duda muy razonable

La Feria del Libro fue el decorado cultural del apoteósico triunfo de Zoido en las municipales. Un año después, es laboratorio periodístico para hacer balance del curso.

Consagrado o inédito: una duda muy razonable
Consagrado o inédito: una duda muy razonable
Francisco Correal

20 de mayo 2012 - 05:03

Tal día como hoy de hace un año, 20 de mayo de 2011, terminaba la campaña electoral de las municipales que ponían fin a doce años de gobierno socialista en el Ayuntamiento de Sevilla. El 22 de mayo del año pasado ni los más optimistas de su partido esperaban una victoria tan aplastante. Era en plena Feria del Libro. De Monteseirín a Zoido. Del pregón de María Dueñas al de Juan Eslava Galán. El tiempo entre costurones. Zoido ganó con mayoría absoluta y hoy juega a la teoría de la relatividad. Junto al Ayuntamiento que su partido reconquistó, a la vera del reconquistador por antonomasia, entre libreros, lectores, editores y transeúntes, Diario de Sevilla indagó sobre el año de Zoido y sus obras completas.

Hace 25 años el químico Francisco Moreno llegaba al Ayuntamiento de Sevilla como primer teniente de alcalde en el segundo mandato de Manuel del Valle, el único con Zoido que ganó unas elecciones con mayoría absoluta. La dimensión más literaria del ex edil socialista es que en su época de senador tuvo de compañero de hemiciclo al poeta, editor y memorialista Carlos Barral. Su partido cumple años de penitencia. Moreno es rotundo en su balance del año de Zoido. "Lo que era de esperar, prácticamente nada. Se acoge a los ajustes en materia de servicios básicos que nadie sabe ni cuáles son". Le enmienda la plana a la última novela de Eduardo Mendoza para rotular el año: "Ni la bolsa ni la vida".

Pedro Luis Ibáñez (Sevilla, 1963) es artífice de la editorial En Huida. "El balance es bastante difuso. La cultura ha sido relegada a una situación de indefensión". "Le damos voz a los sin voz". Muy cerca, un cartel de la novela de Francisco Gallardo invita a un viaje a la Sevilla almohade, anterior a la Sevilla socialista.

"Parece que lo aconsejan sus enemigos". Lo dice Esperanza Alcaide, de la librería El Gusanito Lector, que forma parte de "una movida contra el Zoido-parking de la Alameda". Tiene un título para el alcalde: Con el agua al cuello, del griego Petros Márkaris, premio Pepe Carvalho 2012.

Comparten caseta la librería Un Gato en Bicicleta y la editorial Cangrejo Pistolero. El librero, Jesús Barrera, nació en Morón hace 28 años cuando era alcalde en dicha localidad el conde de la Maza. "No me hagas hablar", dice Nuria Mezquita, del Cangrejo Pistolero. "Tampoco lo quiero ver como el año de Zoido. Ha sido un año difícil en la cultura y en todos los sectores y lo va a seguir siendo".

Hay boda en el Ayuntamiento. Casi se juntan los invitados del enlace nupcial con la larguísima cola de quienes aguardan una dedicatoria de Eduardo Galeano. Juan José García Ramos, 46 años, comercial, y su esposa Esperanza Retamal, monitora de comedor, son amigos de los novios, Antonio y Elena, a los que dicen que va a casar "una periodista del PSOE". Juan José se apellida como el pintor del cartel de fiestas primaverales de 1912. No está para fiestas. "No he notado ninguna mejoría. Sigo viviendo prácticamente igual; igual de mal, quiero decir". "Todavía es pronto para opinar de eso", dice Esperanza. Se casaron en la Macarena en marzo de 1992, un mes antes de la Expo.

En la plaza de San Francisco, unos operarios aupados en una grúa de Lozano ultiman el entramado del Corpus. El del año pasado fue un sonoro plebiscito para el nuevo alcalde de la ciudad. Zoido partió ayer bien de mañana a Fregenal de la Sierra, el pueblo extremeño donde se crió, para visitar a su madre. Una ordenanza municipal aprovecha el paréntesis del desayuno para ir a ver a Almudena Grandes.

Ni el Metrocentro en hora punta tiene tanta gente como la cola de Galeano. Francisco Luis Arista se abre paso. Este manchego de Puertollano, empleado de banca, vino a hacer la mili a Tablada y se casó en la Macarena con una trianera. No tiene a Galeano de autor de cabecera. "Lo último que leí fue El Evangelio según Sevilla, de Javier Rubio, y estoy con Historia de las iglesias de Sevilla, de Manuel Jesús Roldán. Me gusta leer cosas de Sevilla". El perfil ideal para hablar del año de Zoido. "Un año muy light. Para la mayoría que sacó podía haber hecho muchas cosas. Parece que está cortado, como si le diera vergüenza tomar decisiones".

Romina Fernández Torinotti, 18 años, se siente como en su país. Es uruguaya y está en la cola de firmas de Eduardo Galeano. "Es para mi padre". Llegó en septiembre a Sevilla para estudiar Traducción, Interpretación y Humanidades en la Olavide. "No tengo elementos de juicio para hablar del alcalde". En Montevideo, al alcalde le llaman intendente.

La jornada de reflexión del año pasado, Juan Echanove le presentó a Mercedes de Pablos su libro Ajuste de cuentos. Con Carmen Mejías, espera a Galeano en la caseta del Centro de Estudios Andaluces. Exime a Gonzalo Rivas de que se ponga con su silla de ruedas en la cola para que le firme el libro El fútbol a sol y sombra'. "Que no es Cela, es Galeano".

"Zoido se ha centrado en lo clásico, en los tradicional", dice Gonzalo Rivas. Su hermano Joaquín es más directo: "En lo rancio". No ha visto Gonzalo grandes cambios en la política de movilidad. Incondicional de la película El pisito de Marco Ferreri, es sensible a las políticas de vivienda. "Lo más positivo es que ya se ha dejado de hablar de Monteseirín, han entendido que las cosas no se arreglan en un día".

Enrique Becerra, que estrena novela, es el que tiene que recorrer menos distancia para atender a sus lectores. Tendrá entre fogones documentado el primer año de Uruñuela (1979-80), de Manuel del Valle (1983-84), de Alejandro Rojas-Marcos (1991-92), de Soledad Becerril (1995-96), de Alfredo Sánchez Monteseirín (1999-2000) y este primer año de Zoido. A la corporación municipal que preside perteneció Amparo Rubiales, que llega por Sierpes como Mary Poppins de sus cuatro nietos, los tres varones y Elena, la prima de riesgo. Amparo fue concejala del Ayuntamiento entre 1979 y 1982, cuando dejó el Partido Comunista. Pero con una abuela no se habla de política cuando va con sus nietos.

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