Sevilla

Extorsiona a su familia simulando que la secuestraron y la obligaron a prostituirse

  • Le pedía dinero a su madre, que le entregó 2.500 euros, asegurando que sus secuestradores no paraban de golpearla.

Una joven de 24 años fue sorprendida hace unos días por la Policía Nacional después de que extorsionara presuntamente a su familia simulando que la habían secuestrado y obligado a prostituirse. La mujer se inventó una historia para sacarle a su madre y a su hermana 2.500 euros, según informó ayer la Jefatura Superior en un comunicado. Cuando la Policía la encontró, no sólo no estaba secuestrada, sino que estaba viviendo tranquilamente con su novio. En el momento en que entraron los policías en la casa, ubicada en la calle Octante, en el barrio de Madre de Dios, la joven y su pareja estaban decorando el piso.

Los hechos ocurrieron el 7 de octubre. Una mujer, acompañada de una de sus hijas, presentó una denuncia ante la Policía Nacional manifestando que otra hija había sido secuestrada. Según explicó, la habían raptado unos individuos que la obligaban a prostituirse y le propinaban palizas de forma continuada. Además, le pedían ciertas cantidades de dinero para pagar las drogas que le habían suministrado de manera forzosa.

La denunciante podía comunicarse con su hija por mensajes de whatsapp, en los que la supuesta secuestrada le pedía a su madre que acudiera a una cita con una cantidad de dinero. Así llegó a haber hasta tres encuentros en el centro comercial Los Arcos, en los que la madre le entregó en total 2.500 euros. Según decía la hija, las citas tenían que ser muy rápidas porque los secuestradores la estaban vigilando y tenía que marcharse con ellos para que no la golpearan más.

Durante el tiempo que la madre y la hermana estuvieron en la comisaría denunciando los hechos, recibieron varios mensajes de la joven. Ésta les decía que la tenían atada junto a una menor de 16 años, en una habitación oscura, y que había recibido una paliza. La madre le pedía que enviara la ubicación, pero ella contestaba que no podía hacerlo porque ese modelo de teléfono no se lo permitía.

La Policía inició una investigación y llevó a cabo una vigilancia en varios domicilios vinculados con la joven, entre ellos el del novio. Ya desde el principio los agentes encontraron ciertas incongruencias en la historia. El día 8 de octubre, uno de los equipos operativos que ejercía funciones de vigilancia alertó de la presencia de una mujer de características similares a la víctima en el domicilio del novio.

Los agentes se dirigieron a la puerta de la casa y llamaron al a misma. La supuesta secuestrada fue la que abrió la puerta. Los policías vieron que se encontraba en perfecto estado de salud y que, a simple vista, no presentaba ningún tipo de lesión. Junto con ella estaba el novio, que explicó a los agentes que la vivienda era de su propiedad y que llevaban un tiempo viviendo juntos. La joven expuso que se encontraba allí por su propia voluntad y admitió que no había sido secuestrada, sino que todo era una mentira para conseguir que su madre le diera dinero para pagar diversas deudas que había contraído.

La Policía la trasladó a la comisaría, donde se le imputó una simulación de delito, y quedó en libertad a la espera de declarar ante el juez. La operación la ha desarrollado el grupo III de la Unidad Contra las Redes de Inmigración y Falsedades Documentales (Ucrif).

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