Pescado fresco local: el producto ecológico del Mar de Alborán
Desde la OPP-71 llevamos años trabajando con un modelo de pesca comprometido con nuestro territorio, Almería
Actualmente pareciera que lo ecológico suele limitarse a etiquetas, certificaciones y envoltorios de cartón reciclado (el plástico ya queda atrás), pero desde el sector pesquero de Almería queremos recordar que hay un producto cuya sostenibilidad es real, diaria y verificable: el pescado y marisco fresco local. Lo que cada día desembarca en las lonjas de nuestra costa —producto del esfuerzo de las flotas de bajura del Mar de Alborán— representa una forma de alimentarse que es respetuosa con el medio ambiente, saludable para las personas, y vital para mantener con vida nuestras comunidades costeras.
Desde la Organización de Productores Pesqueros de Almería (OPP-71), llevamos años trabajando con un modelo de pesca comprometido con el territorio. Apostamos por la innovación técnica (como las puertas voladoras que reducen el impacto en el fondo marino y el consumo de gasoil), por la trazabilidad total y el canal corto de comercialización (Del Barco a la Mesa, nuestra tienda online) y por una cadena de frío que garantiza la frescura como emblema de calidad junto con la profesionalidad de los pescadores almerienses, como nuestra Gamba Roja de Almeria, con su marca de calidad, un distintivo que certifica el saber hacer de nuestras gentes del mar.
A esto se suman iniciativas sociales como “Yo como la mar de saludable”, en la que introducimos pescado fresco en comedores escolares y lo acompañamos de divulgación científica y cultural. En plena pandemia, fuimos capaces de ofrecer pescado fresco a todos los hogares con “Del barco a la mesa”, un canal de distribución directa que en pocos meses multiplicó su alcance, porque cuando el mundo se paró, la pesca siguió alimentando, generando empleo, y demostrando que somos esenciales llevando el mejor alimento que aportaba salud y bienestar en esos duros momentos.
El pescado es la proteína animal más saludable del planeta, con una huella de carbono muy baja frente a otras fuentes de alimento. Esto no lo decimos sólo desde el sector pesquero almeriense: lo confirman científicos, médicos, y expertos en sostenibilidad. Y sin embargo, el consumo de pescado sigue cayendo. En los últimos diez años, Andalucía ha reducido en más de un 30 % el consumo de pescado. En España, un 34 % desde 2008. ¿Cómo se explica este abandono del alimento que más beneficios ofrece por euro y por caloría? Nuestra aclamada dieta mediterránea empieza a peligrar, los hábitos de los jóvenes excluyen a este producto necesario para nuestra buena condición física y mental, y si, enfatizo mental también, porque omega 3 y cortisol están muy relacionados. El pescado fresco del Mar de Alborán no sólo alimenta el cuerpo, sino también el equilibrio emocional. Rico en omega-3, su consumo habitual ayuda a reducir el cortisol, mejorar la resistencia al estrés y prevenir trastornos de ansiedad. En un momento social marcado por el estrés crónico de la sociedad, esta proteína del mar es más necesaria que nunca.
El equilibrio se rompe, cada vez hay mas desconexión el consumidor y el origen de lo que come. Por eso necesitamos más educación alimentaria, más promoción pública del pescado local, y menos barreras burocráticas que impidan a la pesca ejercer su función alimentaria. España aún no ha reducido el IVA del pescado como sí han hecho otros países europeos. Necesitamos desarrollar mas proyectos de diversificación, la economía azul representa una fuente estratégica de empleo, salud y soberanía alimentaria, pero aún necesita mas desarrollo. El Mar de Alborán, tesoro entre continentes, es una despensa rica, biodiversa, históricamente pesquera, y hoy en día sometida a múltiples presiones: climáticas, regulatorias y económicas. Nuestra flota trata de continuar su oficio familiar con responsabilidad. Muchos buques de OPP-71 tienen ya relevo generacional; otros no. Pero todos tienen el mismo reto: seguir ofreciendo pescado fresco con garantías, en un contexto cada vez más hostil para la actividad productiva.
Como representantes del sector, defendemos un modelo pesquero que no sólo es sostenible en términos ambientales, sino también socialmente justo y económicamente viable. Por eso, si hablamos de producto ecológico, hablemos también de lo que ocurre aquí, en Almería, cada día. Hablemos del pescado fresco local, del esfuerzo de los pescadores y pescaderías, de los barcos que vuelven a puerto al amanecer o al atardecer. Hablemos de un alimento sin aditivos, sin vuelos intercontinentales, sin necesidad de etiquetas de moda. Hablemos de un modelo real de alimentación sostenible que es garante de salud. Y sobre todo, no olvidemos que sin flota no hay pescado. Sin puerto, no hay litoral vivo. Sin relevo, no hay futuro.
No hay comentarios