La ciudad y los días
Carlos Colón
Montero, Sánchez y el “vecino” Ábalos
Las lluvias del pasado mes de marzo, especialmente abundantes en Andalucía, han tenido un efecto colateral entre la población alérgica. Según los datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), Sevilla ha entrado en alerta roja por alergia al polen de las gramíneas, lo que sitúa a la provincia a la cabeza del ránking nacional. En concreto, la concentración de este alérgeno ha alcanzado los 37 granos por metro cúbico el pasado domingo en el observatorio del Hospital Virgen Macarena, lo cual se considera "nivel alto".
Destacan asimismo la alta concentración en Granada (17 granos/m3), con un nivel "moderado" de alerta; mismo riesgo que en Almería, según datos del portal web Eltiempo.es.
En cuanto a la concentración del polen de cupresáceas, Andalucía es también, junto a Cataluña, la región más afectada de España. Sevilla y Granada se encuentran en alerta roja con concentraciones del polen que liberan el ciprés, el enebro o la sabina de 905 y 154 granos por metro cúbico, respectivamente.
El polen de tipo Platanus, relativo a los plátanos de sombra, sitúa asimismo a Granada en alerta roja con una concentración de 315 granos/m3, una de las más altas del país, solo por detrás de Barcelona, Zaragoza y Cáceres. Con un riesgo bajo, estaría Sevilla con 11 granos por metro cúbico.
Granada también se encuentra en alerta roja por alergia al polen de urticáceas, como las ortigas, con el nivel de concentración más elevado de España (137 granos/m3). Finalmente, los registros revelan que las concentraciones del polen del olivo son modestas por el momento, con 24 granos por metro cúbico en Sevilla, por ejemplo.
Está previsto que a mediados de abril se alcance el pico del polen de gramíneas o del olivo, aunque cada vez son más los pacienes que comienzan a presentar los primeros síntomas. La primavera es la estación del año de mayor incidencia de la alergia al polen, pues es durante este periodo cuando se produce la polinización de buena parte de las especies de árboles y plantas.
Los niveles de alergia pueden variar en función de las condiciones meteorológicas. En este sentido, la entrada de una nueva borrasca atlántica hacia mediados de esta semana en Andalucía hace prever que las lluvias contribuyan a limpiar la atmósfera y reducir la incidencia de los polenes.
De acuerdo con la doctora Pilar Lara de la Rosa, alergóloga de la Unidad de Alergología del Hospital Universitario Virgen Macaren de Sevilla, "las precipitaciones son uno de los factores que más influyen en la alergia respiratoria". Así la combinación de lluvias abundantes y el posterior aumento de las temperaturas han contribuido al crecimiento de la vegetación y la liberación masiva de polen, más tardía de lo habitual. "El plátano de sombra está polinizando con retraso debido a las lluvias", explica.
Los expertos recomiendan aplicar medidas de prevención como el uso de gafas de sol y mascarillas, evitar la ventilación en horas con alta concentración de polen y utilizar filtros HEPA en los sistemas de ventilación o aires acondicionados. Además, los tratamientos farmacológicos y las inmunoterapia específica pueden ayudar a controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
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