Los diez ascensos anteriores: Temporada 1941-42

La antesala de un descalabro

  • Una sonrisa efímera. Un Betis liderado por Paquirri y Antúnez celebra el ascenso antes de volver a la penuria hasta el año 58

Eespecialmente  duras resultaron las consecuencias de la Guerra Civil en el Betis. Lo fueron por muchas razones, aunque la temporada 41-42 significase la recuperación de la máxima categoría del fútbol nacional. Fue un disfrute que no volvería a conseguirse tras el descalabro de la temporada siguiente, inicio de unos años de penuria en los que el conjunto verdiblanco conoció las mieles de Segunda e incluso tuvo que pasear su escudo en la Tercera División. 

Pero el ascenso de la campaña 41-42 sirvió para muchas cosas. Fue la ocasión perfecta para la aparición de Antúnez, que realizó una impecable temporada demostrando sus cualidades físicas y técnicas. 

 

Pero había también otros nombres que centraban las miradas de los béticos en una campaña de ilusión. El Betis había sido el penúltimo campeón liguero antes de la  posguerra y algunos de sus nombres importantes seguían en sus filas pese al descenso de categoría. Era el caso de jugadores de élite como Saro, Peral y Adolfo, protagonistas cada fin de semana de momentos gloriosos antes y después de que la tristeza se instalara por un tiempo en la historia verdiblanca. Paquirri también se convirtió en un ídolo para la parroquia local, que celebró el ascenso con la certeza equivocada de que volverían a disfrutar de un equipo ganador en la máxima categoría del fútbol nacional. 

 

Un título peculiar

El campeonato liguero de Segunda en la 41-42 distribuyó a sus equipos en tes grupos de ocho equipos, todos ellos organizados por zona geográfica. En la fase regular, el conjunto bético se llevó el primer puesto por delante del Murcia, mientras que en la fase de ascenso tuvo que exprimirse al máximo para coronarse como campeón pese al gran nivel del Zaragoza, que terminó en el segundo escalón de la clasificación, a dos puntos. 

 

Tras el ascenso, volvió a Segunda en la temporada siguiente y no volvió a la máxima categoría hasta el 58. Una alegría que, al menos, merecía ser celebrada por todo lo alto cuando lo demás era mirar hacia abajo. 

 

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios