¿Cuánto y cómo se puede reutilizar el aceite usado?

La invasión por parte de Rusia a Ucrania está teniendo consecuencias devastadores tanto a nivel humano como económico. La escasez de determinados productos procedentes de ambos países está provocando que la inflación suba a nivel global. Son muchas las industrias que ya avisan que de continuar la guerra en las próximas semanas los precios seguirán subiendo, debido especialmente a la gran demanda y la poca oferta disponible.

Uno de los más afectados por la crisis bélica es el aceite de girasol, cuyas exportaciones proceden principalmente de Ucrania. Ante la gran demanda al alza son muchos los supermercados españoles que ya han limitado la venta de este tipo de aceite, como es el caso de Mercadona que ha restringido el máximo a 5 litros de aceite de girasol por persona. Por ello, y ante la falta noticias, existen una serie de recomendaciones si queremos aprovechar al máximo el aceite más utilizado para freír.

Todo lo que debes saber para reutilizar el aceite

El aceite de girasol ya era un bien muy preciado en nuestras cocinas pero actualmente ha tomado más relevancia aún ante las previsiones que apuntan a un posible rotura de stock en la cadena. Por ello, la reutilización (un método muy utilizado desde siempre en los hogares españoles) se convierte en un mecanismo muy importante para aprovechar al máximo este tipo de producto.

Para comenzar, hay que tener en cuenta que el aceite de girasol cuenta con el punto de humeo como señal que indica la temperatura en la que aparece humo al cocinar. Esto es muy útil a la hora de realizar nuestros platos, pero también es imprescindible para conocer si el aceite de girasol que hemos reutilizado ya no guarda las mismas propiedades y puede resultar tóxico al consumo. Esto se debe a la acumulación de polímeros grasos que son los principales responsables de elevar el riesgo de sufrir accidentes cardiovasculares. Saber si el aceite ha perdido sus propiedades también resultará eficaz para no estropear los alimentos cocinados.

Uno de los signos a los que debemos prestar mucha atención a la hora de saber si nuestro aceite de girasol aún cuenta con vida útil es el estado del fondo de nuestra freidora o sartén. En estas zonas se suelen acumular los posos indicativos de que debemos proceder a deshacernos del aceite de girasol y cambiarlo por uno nuevo. Otra de las claves para detectar cuándo realizarlo es la aparición de burbujas, uno de los indicios de que nuestro aceite debe ser reemplazado de inmediato. Por norma general, la principal recomendación es no dar uso al aceite de girasol para freír más de tres veces. Otro de los consejos para reaprovecharlo al máximo es disponer de varios envases para no mezclar el resultado de diversos productos, como por ejemplo contar con uno para los rebozados y otro para el aceite sobrante de freír patatas.