Cambios entre la necesidad

Tres empates ligueros consecutivos -lo que lo deja a uno de su récord histórico- provocan una minicrisis en un gigante como este Real Madrid que dirige Zinedine Zidane, que, además, acude a Heliópolis con ausencias significativas como Casemiro, Modric y Sergio Ramos, a lo que se añade la duda del estado físico de otros como Marcelo y James Rodríguez, que han arrastrado problemas en las últimas semanas.

"No podemos seguir así. Tenemos que meter más intensidad", expuso el propio Zidane tras la igualada en el Santiago Bernabéu ante el Eibar. Para empezar, el francés confía en recuperar el mejor nivel de su tripleta atacante -Bale, Benzema y Cristiano Ronaldo-, quienes por diferentes motivos han empezado la temporada con una marcha menos.

A esa falta de goles de sus mejores delanteros se suma una cierta debilidad defensiva que provoca que al Madrid le rematen más en esta temporada. Ninguno de sus centrales ha empezado con la regularidad de otros tiempos, lo que le ha quitado solidez a la idea de Zidane.

El técnico, tanto por las bajas como por esa necesidad de dosificar a sus jugadores, comenzó la competición realizando numerosas rotaciones, lo que permitió que Kovacic, Isco, Marco Asensio o el propio James Rodríguez hayan tenido oportunidades.

Sin balón

Con la llegada de Zidane, el Madrid adelantó su línea de presión para intentar recuperar en zonas avanzadas, aunque con el paso de los partidos el francés ha replegado más las líneas para que aparezcan esos espacios que favorecen a sus atacantes. Incluso en partidos en los que el Madrid comienza defendiendo muy arriba, cuando se pone con el marcador a favor, a Zidane le sale su concepto italiano del juego y no duda en juntarse atrás.

La ausencia de Casemiro, el único jugador específico para recuperar balones en el centro del campo, le ha generado problemas al técnico francés, a lo que se añade la ausencia de Modric, el más creativo de los mediocampistas. Con Kroos obligado a ejercer de pivote, las ayudas defensivas de jugadores como Kovacic, Isco o Marco Asensio, poco habituados a esos esfuerzos, se antojan decisivas para el balance defensivo.

Con balón

Este Madrid de Zidane cada vez se siente más cómodo al contragolpe, en los que aprovecha la velocidad y precisión de sus jugadores de ataque, sobre todo ahora que se espera que Cristiano y Benzema eleven su nivel.

Con la baja de Modric y Kroos partiendo desde más atrás, al Madrid le cuesta manejar los partidos ante rivales más replegados, de ahí que Zidane haya realizado cambios en el mediocampo para encontrar la fórmula.

La incorporación de los laterales, sobre todo si Marcelo está en plenitud de condiciones, es otro recurso ofensivo.

Lo mejor

Calidad individual para decidir los partidos.

Lo peor

La racha negativa ha generado dudas, sobre todo defensivas.