Desconcierto tras pegar
Alavés-Betis
Un único despiste defensivo propició el sufrimiento final y Adán salvó.
Nuevo golpe en la mesa de un Betis del que ya pocos dudan de que volverá a ser de Primera División. Entre otras cosas porque el equipo de Mel les da diferentes lecturas a los partidos y se adapta a las distintas circunstancias de los mismos. Para ello cuenta con el mejor portero de la categoría y con un ataque de verdadero lujo. En Vitoria hubo orden e intensidad y algunas deficiencias que el Betis solventó sabiendo sufrir cuando el Alavés, que encaraba el partido tras una extraordinaria racha casera rota ayer, acosó de lo lindo el área verdiblanca, en los tramos finales de ambos periodos. En ambos casos, Adán salvó a los suyos cuando la defensa se vio superada.
La victoria en Mendizorroza, con su dosis de sufrimiento tras un despiste defensivo que metió al rival en el partido, debe contribuir a un nuevo aprendizaje, el de saber cerrar los partidos cuando se ponen de cara.
DEFENSA
El Betis salió muy ordenado e intenso bajo el conocido esquema de 4-4-2. Con el estudiado ingreso en el eje de la medular de N'Diaye, más liberado para salir a presionar, y Xavi Torres, un poco más anclado, en lugar de Lolo Reyes y Dani Ceballos, Mel buscó fortalecer el centro del campo con dos hombres de contención que hicieron la raya durante buena parte del partido. No estuvo tanto el problema, en las dos fases de desconcierto que sufrió el Betis, en ese doble y flexible pivote como en que los interiores, Kadir y Portillo primero y Vadillo y Dani Ceballos después, no supieron cerrar las vías que el Alavés abrió por fuera gracias a las incorporaciones constantes de sus laterales, Medina y Raúl García. Adán, con sendas intervenciones clave en cada uno de esas dos fases, mantuvo al equipo, que se vio obligado a acularse.
Por la izquierda, Raúl García desdobló al interior alavesista e hizo sufrir a Molinero, pese a que N'Diaye intentó ayudarlo. Y en la derecha, Xavi Torres tampoco se bastó para cubrir a Casado, que se vio frente a Lanzarote y Medina solo en más de una ocasión.
ATAQUE
El Betis tuvo más llegada que salida. Le bastaron un par de acciones de calidad para poner distancia en el marcador. Un simple movimiento de Rubén Castro hacia la izquierda, amén de su perfecto pase con el exterior, y un desmarque de Jorge Molina bastaron para desarbolar al Alavés. Y luego, una aparición de Portillo y otro desmarque de Rubén Castro propició la falta que dio lugar al 0-2. Sin embargo, ni N'Diaye ni Xavi Torres tuvieron capacidad de hilar ataques desde atrás ni de montar contragolpes, la mayoría de los cuales murieron al poco de nacer. Con Dani Ceballos mejoró la conexión ofensiva, pero se diluyó cuando el partido se dislocó. Vadillo tampoco mejoró a Kadir.
VIRTUDES
Un portero y dos delanteros sobrados, una total garantía.
TALÓN DE AQUILES
Incapacidad para cerrar un 0-2.
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