Encontró el camino muy tarde

Deportivo-sevilla

La entrada de Llorente ofreció la única vía, pero la orfandad de un manijero privó de crear superioridades para sacar centros potables. Emery se queda a medias en los cambios.

Foto: EFE
Eduardo Florido

06 de diciembre 2015 - 05:02

A este Sevilla que tan fácil es hacerle un gol, en esta ocasión por una falta lejana, le cuesta un mundo hilvanar el fútbol cuando no está Banega en el campo. Unai Emery no logra dotar a su equipo de un sistema de juego ofensivo verdaderamente incisivo y, en demasiadas ocasiones, todo responde a un demarraje individual de sus jugadores exteriores. Los laterales sí encontraron las vías para llegar a posiciones óptimas para centrar, pero sus lanzamientos al área fueron defectuosos casi siempre. Con la salida de Llorente, sí hubo una referencia en los tres cuartos, para bajar los balones e iniciar el ataque en una posición adelantada, pero la imprecisión de sus acompañantes impidió conexiones peligrosas. Aun así, logró encontrar el camino del gol con el enésimo centro de Mariano, por fin con cierto veneno, que convirtió en oro Llorente con su dejada e Iborra transformó en gol. Pero, una vez encontrado el camino, a los laterales les faltó fuelle para seguir buscando a las torres y por el centro ni Krohn-Dehli ni Reyes desbrozaron el entramado rival.

El Sevilla, que empezó sufriendo los arreones del Deportivo, no concretó su reacción, en cierta medida porque Emery se quedó a medias en los cambios. Cuando introdujo a Llorente, lo hizo sacrificando a los dos futbolistas exteriores más específicos, Vitolo y Konoplyanka, mientras que sacó del campo al hombre que más criterio estaba teniendo para darle verticalidad al fútbol por el centro, N'Zonzi. El resultado fue un Sevilla que amagó sin pegar de verdad, al margen del gol.

Defensa

El exceso de confianza de Rami casi le cuesta el partido al Sevilla. El inicio desacertado del francés fue aprovechado por Lucas Pérez y Jonathan Rodríguez para percutir constantemente en la corona del área. Los laterales, pese a su constante ir y venir, lograron tabicar los flancos, pero las percusiones de los dos bullidores delanteros del Deportivo provocaron que los centrales jugaran al filo de la navaja. Así llegó el 1-0, tras una falta evitable de Rami que Sergio Rico no supo tapar. Con el paso del tiempo, la pareja de centrales se hizo fuerte, aun sufriendo siempre.

Ataque

Que el primer disparo entre los tres palos fuera en el minuto 65 desdice mucho del juego ofensivo del Sevilla. Krohn-Dehli fue incapaz de ofrecer una referencia en la mediapunta y sólo los desdobles de Mariano y Escudero zamarrearon el sistema defensivo del Deportivo. Un remate acrobátivo de Konoplyanka y otro muy forzado de Gameiro, en el único ataque bien hilvanado en la primera mitad, fue el escaso bagaje hasta que, ya con Llorente, Mariano se sacó un centro potable. Pero, tras el empate, el cansancio y la falta de verdad en el fútbol de Krohn-Dehli y Reyes impidieron repetir situaciones favorables para buscar por arriba a Llorente, a quien intentó ayudar Iborra con sus incorporaciones. Krychowiak jamás se saltó las líneas enemigas en su afán de asegurar siempre.

Virtudes

Calidad para marcar por muy poco que llegue. Y perseverancia.

Talón de Aquiles

Sin Banega, falta un patrón claro.

Uno por uno

Sergio Rico Es cierto que el balón botó de forma irregular en el gol, pero era su palo.

Mariano Acabó desfondado, aunque tuvo tino para sacar, al menos, un buen centro.

Rami De menos a más. Pecó de exceso de confianza en un inicio que pudo costar más caro.

Kolodziejczak Siempre al límite del abismo por su falta de fuerza para el choque, aunque aguantó el tipo.

Escudero Sobrio atrás y con criterio para combinar arriba, aunque sin precisión.

Krychowiak A un jugador de su posición hay que pedirle algo más de verticalidad.

N'Zonzi Criterio para intentar saltarse las líneas por el centro, pese a algunas pérdidas.

Vitolo No está fino y parece incómodo en la banda derecha.

Krohn-Dehli Incapaz de imponerse por el centro, mejoró algo en la izquierda sin llegar a romper nunca de veras.

Konoplyanka Por fuera nunca se fue, por dentro frivolizó.

Gameiro Un solo remate, forzado, y malas elecciones.

Reyes Buscó los resquicios, aunque pecó de exquisitez.

Llorente Como segundo punta sí sabe hacer daño.

Iborra Tuvo acierto en las dos áreas. Hizo bien su trabajo.

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