Ganar o eliminarse

sevilla - zaragoza · la previa

El equipo de Emery no tiene permitido otro error para seguir optando a una plaza europea. La visita del Zaragoza de Jiménez, una cita ya casi selectiva.

Negredo, Reyes y Rakitic, durante uno de los juegos programados en el entrenamiento.
Jesús Alba / Sevilla

17 de marzo 2013 - 05:02

Esto es como una eliminatoria de Copa, por no aludir a competiciones europeas que hace tiempo que ya que el Sevilla no huele. El equipo de Unai Emery no puede engañar más a su gente y, después del enésimo chasco regalado en Palma de Mallorca ante un equipo que llevaba seis meses sin ganar ante su público, todo lo que no sea sumar los tres puntos hoy ante el Zaragoza puede significar que el Sevilla quede eliminado virtualmente ya para cualquier lucha por Europa.

El Sevilla se ha metido, él solito, en un callejón sin salida en el que sabe que un solo titubeo, un simple flaquear de piernas, puede tener el mismo o parecido efecto que un disparo en la nuca. Los blancos tienen su objetivo, la séptima plaza en esta ocasión, a una distancia de siete puntos y la verdad es que sería difícil dar una explicación y convencer al personal de que Europa aún es posible con una derrota ante el Zaragoza, máxime cuando fuera de casa el Sevilla ha demostrado ser un auténtico cadáver.

Por eso esto es una final, la primera de las que le quedan al conjunto de Emery de aquí a la jornada 38, un periplo en el que un paso en falso sería ya fatal e irreparable. Pero el caso es que este Sevilla lo que precisamente ha demostrado es seguridad en casa desde que el nuevo cuerpo técnico tomó posesión del puente de mando. Y esa fortaleza al calor de su gente es el argumento -el único- al que puede apelar Emery, quien cruza los dedos para que Negredo, Jesús Navas y compañía sigan ofreciendo el nivel que hasta ahora han demostrado en sus comparecencias en Nervión. Porque atrás el equipo ha sufrido y por eso lleva muchísimos menos puntos de los que debiera.

Y cuando el entrenador, que sabe bien -o debe saberlo- lo que hay dentro habla de "credibilidad" cuando se refiere a su equipo, al feligrés que escucha la sentencia lo primero que se le viene a la mente es persignarse. Y lo hará esta tarde cada vez que los jugadores del Zaragoza crucen la línea del centro del campo y empiecen a medir sus fuerzas con los hombres que en el Sevilla deben sustentar el sistema defensivo. Centrales cogidos con alfileres y dos pivotes que no acaban de tener un mínimo de regularidad ponen en tenguerengue la fiabilidad de un equipo desconocido de un partido a otro. Y esa inconsistencia, producto de una planificación más que discutible tirando a denunciable, es lo que tiene al Sevilla en la situación que está. Y como a circo al que le crecen los enanos, la gripe que el viernes impedía entrenar a Beto y a Fernando Navarro ha dejado KO al portero, por lo que se le presenta otra oportunidad a Palop para subirse al carro.

Ni mucho menos va a ser fácil porque, encima, el visitante es un equipo entrenado por Manolo Jiménez. No vive el entrenador arahalense el mejor momento al frente del equipo en el que obró el milagro de la salvación la pasada campaña, pero Jiménez es siempre Jiménez y nadie duda que hará que el hueso sea duro de roer. El Zaragoza llega con cuatro puntos sumados de los últimos 30 posibles y sin ganar en 2013, pero basta con que esto sea así para que forme el lío en un Sánchez-Pizjuán que está deseando estallar en cuanto la mecha prenda.

Desgraciadamente para su hinchada, las sensaciones que ha venido transmitiendo este equipo no permiten más optimismo que lo que no sea ganar para seguir adelante, para seguir teniendo opciones y alimentar el sueño... sólo para eso. Si hay victoria habrá consuelo y será como pasar la eliminatoria.

5 Comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último