Jugar contra el que suelta el Barça, ¿es bueno o es malo?
El 8-0 encajado por Osasuna, próximo rival del Sevilla, anima a reflexionar sobre los pros y los contras de esta curiosidad del calendario · La Liga pasada le tocó al Valencia, que fue tercero.
Hay detalles en el fútbol que, según quien los analice, podrían tener una influencia activa o no en los resultados globales de un equipo. Esto es como todo, hay quienes piensan que cada partido es distinto al anterior, que al fin y al cabo lo que cuenta es que todos jueguen contra todos y que el calendario no debe servir de excusa para esconder una mala planificación o una temporada sin la consecución de los objetivos marcados. Otros no tienen la misma opinión y creen que estas cosas influyen, igual que cuando un rival disputa competición europea durante la semana en la que su oponente está descansando y preparando el partido a conciencia desde que termina el anterior.
Será bueno o será malo y suele ser un tema recurrente en tertulias y debates entre aficionados, pero el calendario liguero ha querido esta temporada que el Sevilla se enfrente cada semana al rival que en la jornada inmediatamente anterior se mide al Barcelona. Esto, que en circunstancias normales, es decir, en una Liga normal, no debería ser más que una anécdota, tampoco debe pasarse por alto con resultados como el que, por ejemplo, regresó a Pamplona el sábado por la noche el próximo rival del Sevilla, Osasuna. Un 8-0 da para revisar muchos factores. Evidentemente, no todos los resultados se dan igual ni condicionan de la misma manera determinados aspectos de la jornada siguiente. Pero si el Barcelona ya golea por 3-0 en el minuto 20 a su oponente, es lógico pensar que sus jugadores no van a competir igual en el resto del encuentro que en un partido igualado.
Además, habrá que ir viendo la evolución del campeonato en lo que se refiere a los resultados de Barcelona y Real Madrid y las decisiones que, en un momento dado, empiecen a tomar los entrenadores de sus equipos rivales (sobre todo los condenados por presupuesto a luchar en la zona baja) cuando analicen qué Liga es realmente de ellos y si sería conveniente incluso hacer descansar a determinados jugadores en estas citas, sobre todo cuando toque visitar el Camp Nou y el Santiago Bernabéu. También incluso se han dado casos de técnicos que piden a sus futbolistas buscar tarjetas en las jornadas anteriores para cumplir ciclo y aprovechar la visita a los grandes para cumplir sus sanciones y competir con más garantía en encuentros en los que tengan más cerca sumar puntos de cara a sus objetivos.
Es verdad que todo esto es muy relativo. En el Sevilla han hablado sobre ello y la teoría que impera es que unas veces será bueno enfrentarse al rival que deja el Barcelona y otras no tanto. Creen en el club que ante rivales de nivel (Real Madrid, Valencia, Atlético, Villarreal, Málaga, Athletic...) será beneficioso porque obligará a sus jugadores -motivados además ante un equipo del nivel del de Guardiola- a hacer un gran esfuerzo y quizá será pernicioso ante rivales de la zona baja por todo lo anteriormente comentado.
Otro factor que también piensan algunos que puede incidir de alguna manera es el anímico, pero como ya se ha destacado más arriba, todo es muy relativo.
En estas cosas a veces ayuda echar un vistazo a los datos, a la experiencia... Así, nos encontramos con que en la pasada temporada al equipo que le tocó en suerte enfrentarse siempre al rival que suelta el Barcelona fue el Valencia, que llegó finalmente a cumplir sus objetivos -fue tercero- de forma más o menos holgada. El Sevilla, por su parte, jugaba el pasado ejercicio con el rival que se medía al Zaragoza.
Esta campaña, el equipo de Marcelino ha comprobado -con suerte dispar- cómo se comportan sus rivales tras medir sus fuerzas con el Barça. El Villarreal recibió un 5-0 en el Camp Nou y la historia del empate nervionense en El Madrigal ya es conocida. La Real, en cambio, salió derrotada del Sánchez-Pizjuán tras hacer la machada de igualarle un 0-2 al equipo de Guardiola.
Es verdad que hay que preocuparse de otras cuerstiones más importantes dentro del funcionamiento de un equipo, pero estas cosas a veces influyen. O si no, que le pregunten al propio Osasuna cómo le vino aquel invento de la LFP en aquella liga del famoso Tourmalet, una secuencia por la que pasaban todos los equipos enfrentándose de manera consecutiva a Sevilla, Barcelona, Real Madrid y Villarreal. El equipo rojillo, entonces entrenado por Camacho, salvó la categoría gracias a que era el último en subir esa imaginaria alta montaña que, en su caso, fue casi una bajada silbando (sus dos últimos partidos fue an te Madrid y Barça) porque la Liga estaba ya decidida.
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