En una tierra con historia como es el complejo arqueológico de Itálica, que vio nacer a dos emperadores romanos, Jacob Kiplimo (27.48) demostró que será el hombre del futuro. Un emperador que quiere dominar el campo a través y la pista, después de coronarse con una exhibición, con apenas 18 años en Santiponce, en la edición XXXVII de la prueba, con una superioridad que ya evidenció en el último día del 2018 en la San Silvestre Vallecana, en la que se impuso con un nuevo récord. Se esperaba un duelo con su compatriota ugandés Joshua Cheptegei (28.04), ganador el año pasado, pero que no pudo repetir ante la superioridad de su máximo rival como se esperaba en un guión previo que se cumplió.

Kiplimo, que ya en la última vuelta saboreaba el triunfo sonriendo al público, no fue el único que disfrutó de un día especial en Santiponce, ya que el ecijano David Palacio protagonizó una emocionante carrera en la que acabó séptimo, siendo el mejor español, después de estar siempre en el grupo de cabeza, hasta los ataques de la legión africana. Entró de la mano de su compañero de entrenamientos Toni Abadía, que al final permitió al astigitano adelantarse para, muy emocionado, cruzar el arco de meta como el mejor español en Itálica.

Jacob Kiplimo se tomó cumplida revancha de la derrota de 2018, cuando encajó su primera derrota invernal tras haber vencido en una carrera en Francia, en Venta de Baños y en Elgoibar. Ese día no aguantó el cambio de ritmo de Cheptegei, , subcampeón mundial en los 10.000 metros en pista en Londres 2017, que ahora buscaba emular al también ugandés Moses Kipsiro, autor de un doblete en Itálica hace diez años, en 2008 y 2009. Pero se topó de bruces con la sensación del momento. Un corredor de esos que salen en África con asiduidad para imponer su zancada en Europa con paso firme. Venía de gana, con récords de la prueba incluido, en la San Silvestre Vallecana arrebatándole ese honor a Eliud Kipchoge, actual plusmarquista mundial de maratón, y ahora se confirma su superioridad ganando en Itálica de forma contundente.

Al contrario que la prueba femenina, la legión africana no puso la carrera patas arriba desde el inicio. Pese a que marcaba un ritmo alto, la primera selección natural tardó en llegar y los españoles Palacio, Abadía Adel Mechaal y Javi Guerra se mantenían en el grupo cabecero. Kiplimo y Chepetegei, siempre bien colocados, dejaban hacer, y era el keniano Vincent Ronoy el baharení Albert Rop quienes marcaban el paso. Fue Rono quien dio el primer acelerón y empezó a dejar atletas por el camino. Guerra, el mejor maratoniano nacional en la actualidad, cedió. Buen conocedor del circuito, dejó hacer a los demás, sabiendo que su capacidad de remontar le permtiría al fional dar caza a alguno, ya que su guerra era otra.

A una vuelta y media del final Kiplimo asomó en la cabeza. La carrera cambió. Aceleró y Mechaal perdió comba. Después, Abadía y Palacio. Uno a uno, no tardaron en caer el resto y sólo aguantó Cheptegei. El duelo de emperadores de Itálica estaba servido. Cheptegei, de 23 años, quería volver a colocarse la corona de laureles. Kiplimo, de 18 años, aspirante, buscaba poner en estas ruinas la primera piedra de su imperio en el cross. Y lo hizo con firmeza. Justo al iniciar la última vuelta volvió a cambiar el ritmo y Cheptegei claudicó. Con zancada larga y estilizada, en un abrir y cerrar de ojos abrió un hueco que derrumbó a su compatriota, incapaz de aguantar. Kiplimo sólo tenía por delante a corredores doblados, de los que daba buena cuenta con su infernal ritmo y se permitía el lujo de sonreír a los niños que esprintaban de un lado a otro del circuito para ver a la que será la futura estrella del campo a través del fondo, con esta progresión, en distintos puntos.

Kiplimo se coronó en Itálica por primera vez, por delante de Cheptegei y Rop, tercero, (28.06), confirmándose como la sensación de la temporada, pero no menos mérito tuvo Palacio (28.49), que con su séptimo puesto en las ruinas de Santiponce confirmó su buen estado de forma.