El Sevilla deberá jugarse el título de la Copa del Rey sin su máximo goleador. El jugador más esperado por el cuerpo técnico y por los aficionados, el dorsal 9 de Brasil, la gran estrella que esperaba poder despedirse a lo grande ganando un título con el Sevilla antes de hacer las maletas hacia Suráfrica primero y camino de un club más poderoso después, está lesionado y no podrá viajar siquiera a Barcelona para hacer grupo. Ayer mismo se trasladó en AVE a Madrid por la tarde y tomó un vuelo a las once de la noche rumbo a Brasil, donde lo esperan inquietos los médicos de la canarinha, porque se trata de una lesión muscular y están ansiosos por ver su alcance.

El jugador volvió a probarse ayer por la mañana, pero el cuádriceps izquierdo en el que venía arrastrando molestias desde la semana anterior seguía sin responderle. Con todo, tanto el cuerpo técnico como el médico tenían a mediodía de ayer, tras el entrenamiento matinal en el estadio, ciertas esperanzas de que con el paso de las horas la fibra afectada mejorase y pudiera forzar para jugar un partido tan trascendente, entre otras cosas porque el propio jugador estaba motivadísimo ante este encuentro. Sin embargo, la ecografía a la que se sometió a primera hora de la tarde de ayer para ver si de veras estaba en condiciones de forzar la máquina desveló que sufre en la zona afectada un desgarro miofacial. Está totalmente descartado y de hecho no conoce bien el alcance exacto de su baja. Además, tratándose de una lesión muscular es imposible que arriesgue porque lo único que podría pasar es que el desgarro se convirtiera en rotura en cualquier movimiento, en el entrenamiento de hoy o en el calentamiento previo al partido, con lo que no sólo se podría perder la final sino incluso el Mundial de Suráfrica.

El delantero, que jugó con el tobillo tocado ante el Barcelona porque quiso ayudar al equipo, se lastimó el lunes siguiente a aquel partido, en el primer entrenamiento de la semana pasada. En un gesto durante la sesión sintió un pinchazo en el muslo izquierdo y, pese a que ha sido mimado, no se ha recuperado. Incluso calentó un rato en Almería, pero volvió a resentirse en un sprint y regresó al banquillo. Ésa fue la razón de que saliera al campo el héroe Rodri.

Desde el propio club se ha destacado la predisposición total del futbolista a ayudar al equipo hasta el último momento. Él mismo es consciente que el de mañana podría ser su último partido con la camiseta del Sevilla, puesto que en su mente, como ha vuelto a reconocer, no está renovar su contrato y sí dar un salto a un equipo con mayores expectativas económicas y deportivas después de su largo ciclo en Nervión, adonde llegó en 2005. Su esperado adiós, así pues, podría haber acaecido ante el Barcelona.

Después de conocer la mala noticia, el jugador y el propio Sevilla se pusieron en contacto con la Confederación Brasileña para trasladarles a sus responsables técnicos y médicos la situación, y éstos reclamaron al futbolista inmediatamente, dado que Dunga concentra a su selección el viernes próximo en Curitiba, la ciudad de origen de Adriano.

Éste, en cambio, sí entrenó ayer con normalidad por primera vez desde que se lastimó, también muscularmente, ante el Barcelona, en la penúltima jornada liguera. Ha evolucionado mejor de sus molestias en el adductor derecho, por lo que no está descartado para la final, aunque su concurso va a depender en gran medida de su evolución en las horas previas y de cómo se encuentre no sólo en la sesión de esta noche en el Camp Nou, sino en el calentamiento previo al partido. Será duda hasta ultimísima hora.

Otro que arrastra ciertas molestias menores es Renato. Sufrió un golpe en el partido de Almería y hoy mismo se realizará una última prueba en el tobillo afectado, aunque el propio futbolista es optimista sobre su concurso en el Camp Nou, mucho más necesario con la baja confirmada de Luis Fabiano. Álvarez ahora medita usar a Renato de enganche, metiendo a Lolo, Duscher o Romaric junto a Zokora, o mantener su doble pivote habitual y dar entrada en la mediapunta a Perotti, con Jesús Navas y Diego Capel en las bandas. Puestos a darle una lectura positiva a la negativa baja de Luis Fabiano, ésta sería que el equipo se acorazaría en la medular, puesto que en Almería se comprobó que Zokora y Renato no se bastan para sostener al conjunto.

La despedida del brasileño

"Queridos compañeros y aficionados sevillistas:

Escribo esta carta apenas unos minutos después de saber que, definitivamente, no podré jugar la Copa del Rey. La lesión no me ha dejado… Tengo ganas de llorar y siento mucha rabia, pero los médicos me han dicho que es imposible que pueda llegar al miércoles, que la rotura es de tres centímetros, y que incluso podría tener problemas para jugar el Mundial que, como muchos sabéis, es el sueño de mi vida. Lo siento. Quería estar en Barcelona e hice todo lo posible, incluso, arriesgándome en alguna ocasión, pero en ésta no ha sido posible y me voy a perder uno de los partidos más bonitos e importantes que se pueden jugar. Estoy triste, lo siento. Os apoyaré desde Brasil.

Antes de despedirme quiero pediros un favor: Traed la Copa a Sevilla, por Antonio, por los miles de aficionados que sueñan con ella.

¡Estoy muy orgulloso de vosotros, ánimo, fuerza, vamos a por la Copa!

Un abrazo, os quiero

Luis Fabiano