Merecía la pena esperarle

Robben ha vuelto para decidir. Ya apareció durante un rato en el último partido de la fase de clasificación ante Camerún, cuando su equipo ya tenía asegurado el pase a octavos, para ser protagonista del gol de la victoria con un disparo de cuyo rechace se aprovechó Huntelaar. Pero en la primera eliminatoria demostró que está prácticamente pleno para ser determinante para su equipo en lo que queda de Mundial.

El zurdo no apareció demasiado, pero se inventó dos acciones calcadas desde la derecha y acertó en una poniendo por delante a la oranje, que prácticamente no había inquietado la meta de Mucha en todo el primer acto.

Cogió la pelota donde más le gusta, con espacio por delante en la banda derecha del campo rival , donde juega a pierna cambiada para armar el tiro siempre que puede. Avanzó con hasta tres defensores pendientes de él y disparó en cuanto vio un hueco: el que se abría entre las piernas de uno de sus marcadores. Desde esa zona siempre suele disparar al palo largo, pero esta vez la puso rasa en el palo izquierdo del meta. Primera titularidad; primer gol decisivo para disipar la dudas sobre su espera.

Todavía le falta esa punta de velocidad máxima que le caracteriza, la misma que no ha tenido por ahora tampoco en el Mundial Cristiano Ronaldo -que no ha estado lesionado- o muchos de los que han llegado a Sudáfrica fundidos. Pero lo que guarda es suficiente para desbordar a lo que se le ponga por delante y está plenamente recuperado de la lesión que se produjo a una semana del debut holandés.

Además, tiene hasta el viernes para descansar y ponerse a punto para el partido que a priori es más decisivo y en el que se enfrentará a Brasil y a Michel Bastos. Ahí sí se le debería ver ya al cien por cien y haciendo que el lateral se pensará dos o tres veces sus subidas. La estrategia también juega.

Pensando precisamente en el cruce y con el partido todavía sin decidir sobre el papel, Van Marwijk lo enfundó en el minuto 71 dando paso a Elia para evitar cualquier tipo de percance. Antes de irse, a punto estuvo de engrosar la cuenta de su equipo y la personal con otra jugada de las suyas. La repetición de la del gol con tiro por bajo en el desenlace y estirada tremenda de Mucha al palo largo y que, a pesar de la mano del guardameta, salió rozando el palo.

En Holanda no hay robbendependecia como ocurre en el Bayern, pero el extremo es un recurso más del ramillete tulipán arriba. Quizás el de más calado y el que inspira más miedo, y aparece en el momento justo. Merecía la pena esperarle.