Mourinho: "El 'fair-play' y la tarjeta roja al racismo no deben ser sólo palabras"

El entrenador del Real Madrid, José Mourinho, ha mandado un mensaje de "agradecimiento" a la afición del club, a la que emplaza para la próxima temporada, en la que desea que palabras como "respeto al adversario" tengan un sentido real.

"Ha finalizado la temporada y quiero agradecer a los aficionados del Real Madrid todo el cariño y apoyo que nos han ofrecido tanto al equipo como al cuerpo técnico. Hemos trabajado serio y con dedicación, pero obviamente dejamos a vuestro criterio el análisis de la labor de esta plantilla durante este último año", expresa el técnico a través de la web del club.

Además, destaca que volverá el próximo 11 de julio al trabajo "con la misma pasión y con la misma motivación de siempre para seguir intentando dignificar el prestigio y la inigualable historia del Real Madrid C. F."

A esto añade "un deseo muy simple", que es que "la próxima temporada se puedan recuperar principios que nadie debe olvidar y que esta temporada algunos profesionales del fútbol y algunas instituciones han olvidado a veces, y que deben ser la base de un deporte" como el fútbol.

"Hablar de fair-play, de respeto por el adversario y de tarjeta roja al racismo no deben ser palabras, deben ser hechos. Repito, tengo la esperanza de que para la próxima temporada podamos recuperar para nuestro deporte esos principios absolutamente fundamentales", recalca el entrenador luso.

Mourinho, que decidió no volver a hablar en rueda de prensa tras ser sancionado por sus manifestaciones tras la semifinal de la Liga de Campeones ante el FC Barcelona, se despide así hasta después de las vacaciones. "Gracias por todo. Nos vemos pronto. El 11 de julio aquí estaremos", acaba.

De esta forma, por un lado, valora el respaldo que ha tenido de su público, confirma que seguirá la próxima campaña y envía un mensaje a las autoridades deportivas después de todo lo sucedido en esa polémica eliminatoria, con el cruce de denuncias entre ambos clubes incluidas.

La UEFA suspendió al técnico luso por cinco partidos por sus manifestaciones inapropiadas tras el partido de ida en el Camp Nou y el Real Madrid denunció el comportamiento poco deportivo de los futbolistas azulgrana, que no fueron sancionados, destacando la investigación sobre los posible insultos racistas de Busquets a Marcelo.