Poyet: "No puedo hablar de los árbitros porque me suspenden"
El derbi sevillano · sala de prensa
El entrenador verdiblanco se presenta en rueda de prensa con un portátil para mostrar que el gol anulado por fuera de juego era legal.
Gustavo Poyet llegaba a rueda de prensa claramente enfadado por la actuación arbitral y con un portatil para mostrar a todos los periodistas que el gol anulado en fuera de juego era legal. El entrenador se quejaba de las decisiones arbitrales que han lastado a su equipo en las primeras jornadas: "Es grave. Las diferencias son mínimas. Cuando hay una jugada dudosa, yo voy con el árbitro. Cuando es tan claro el error, no voy con el árbitro. Llevamos cinco partidos y ya estoy un poco harto. No puedo decir nada porque si digo algo me suspenden". Proseguía pididiendole a los periodistas que "dejen de decir tonterías y hablen de las cosas de verdad. Una decisión decidió el partido. Hay que ser honesto pero yo tengo que tener cuidado. Al final podía haber pasado cualquier cosa. Ha sido un partido clásico, de corazón de faltas, de gente enfadada, lo que de verdad sirve en el fútbol. Estos partidos tienen que decidirlo los jugadores. Me gustaría que me llamase el jefe de los árbitros y me diga por qué. Ya van dos o tres decisiones que nos perjudican y lo tengo que decir".
Sobre el partido, Poyet afirmó que le "encantó. El partido se ha parecido a un clásico suramericano. No fue bonito y no hubo ocasiones pero hubo cosas que se necesitaban. Hoy ha quedado claro que competimos. Una pequeña cosita podía haber cambiado el resultado final".
La clave del partido ha sido que "tuvimos que lidiar con ciertas cosas. La perfección era ser agresivos con el balón y tranquilidad sin él. No hemos jugado nunca tan largos. Hoy era lo que era y los clásicos son así. Los que jugué yo al menos, de bonito tenían poco. Perdiendo te quedas con otro sabor de boca pero creo que no debo fijarme por cómo fue el partido en general, no es para quejarse de que no pudimos jugar mejor, el partido se dio así. Con el balón no se ajustó a lo que queríamos. Queríamos un poco más. Queriamos crear de otra formay nos costó muchísimo tirar a puerta. Podíamos haber hecho más. El mensaje en el descanso fue intentar ser el protagonista. Hasta el gol de ellos eso no ocurrió, luego fue más por empuje que por calidad. Mis jugadores se partieron la cara y me siento orgulloso de ellos".
El Betis tiene que pensar ya en el próximo partido en su casa ante el Málaga y así hace ya su entrenador, que piensa en refrescar al equipo pero "con mucho cuidado, porque es complicado dar consistencia a un equipo cuando se hacen muchos cambios. El partido del viernes se torna más importante después de la derrota de hoy" concluía Poyet.
No hay comentarios