Betis Baloncesto

Joaquín Rodríguez y Polanco, la fe personificada (93-99)

  • Joaquín Rodríguez y Polanco comandan una sensacional victoria del Betis Baloncesto en la prórroga ante el Gipuzkoa para seguir en la pelea por la novena plaza de 'play off'

  • Sin pívots ni base y con un -12 a poco del final del tercer cuarto, el conjunto verdiblanco no dejó nunca de creer den sus posibilidades

Joaquín Rodríguez lanza ante la defensa de Sturup.

Joaquín Rodríguez lanza ante la defensa de Sturup. / Betis Baloncesto

Tuvo el partido perdido el Betis Baloncesto, casi siempre a remolque ante el Gipuzkoa. Sin pívots por las eliminaciones de Berzins y De Bisschop, con Faggiano en el banquillo desde el tercer cuarto y con 12 puntos abajo a poco de entrar en el último acto, nadie creía en el triunfo verdiblanco. Casi nadie, porque a fe no le gana nadie a este equipo, que liderado por un sensacional Joaquín Rodríguez, otra vez y ya no es noticia, y un Polanco que se enganchó justo a tiempo al choque el cuadro heliopolitano logró una gran victoria (93-99) en San Sebastián en la prórroga para seguir enganchado a la lucha por el play off.

Fue una montaña rusa de partido y de sensaciones. Para empezar hay que hacerlo por el final. Porque a un minuto de la conclusión del duelo los visitantes se quedaban sin cinco perdiendo 82-77. Pero en el saque de banda el cuadro local perdió el balón y Polanco no falló desde la personal (15/16 en todo el choque). Después falló una entrada a canasta un Barcello apagado pese a sus 19 puntos y Oroz pareció un infantil al hacer falta en el intento triple del dominicano, que no erró ninguno de sus tiros libres para igualar el choque con 14 segundos por jugarse. Un mundo. Pero el escolta bético metió la mano cuando Barcello dobló la pelota y en su intento de salvar el balón que se iba fuera lo mandó al campo contrario con 0,7 segundos de tiempo todavía. Mikel Odriozola pidió tiempo muerto para poder sacar en campo contrario. Lo lógico, era balón al aire en busca de un palmeo. No había tiempo para más, pero la acción se puso en juego buscando a Marcius en la pintura defendido por Doménech, con muchos menos físico. El ex bético recogió el balón, se giró, saltó y lanzó y anotó. Imposible en siete décimas por mucho que el tablero se encendiera cuando el esférico ya había salido de sus manos. El trío arbitral hizo un cónclave y, sin instant replay, tiraron de lógica. No da tiempo para hacer todo eso en 0,7 segundos y mandaron el choque al tiempo extra.

Ahí, como pasa muchas veces, el conjunto que venía de atrás siguió enchufado. Polanco estaba encendido y con siete puntos suyo y dos más de Doménech el 82-91 ponía las cosas muy de cara por mucho que Barcello, y algún error no forzado bético se empeñaban en lo contrario. Pero Joaquín Rodríguez se encargó con dos triples de poner la puntilla. Primero con 87-91 tras un buen rebote en ataque de Doménech (bien en las dos canastas) y después con el 91-94, cuando el Gipuzkoa creía en la remontada todavía para cerrar un encuentro loco en el que la mejor pareja de exteriores de la LEB Oro mantienen a este Betis Baloncesto, al que no le pueden pasar más cosas y sigue con su futuro en el aire, vivo en la lucha por la novena plaza que cede, de momento, por el average ante el Fuenlabrada.

Faggiano lanza en el partido contra el Gipuzkoa. Faggiano lanza en el partido contra el Gipuzkoa.

Faggiano lanza en el partido contra el Gipuzkoa. / Betis Baloncesto

Fue un justo final para un conjunto que no bajó los brazos nunca, pese a que el partido estuvo cuesta arriba. Muy cuesta arriba. Y eso que aguantó el primer cuarto el Betis gracias a su acierto desde el triple y a la falta de puntería de su rival, que se iba calentando poco a poco y buscaba formas de anotar distintas a las habituales, con Barcello y Aurrecochea bien defendidos. Pero aun sin sus mejores piezas en ataque el cuadro vasco tiene muchas y variadas opciones de sumar puntos y prueba de ello fue un primer cuarto en el que anotaron nueve jugadores distintos, con Vrankic con cinco puntos mientras que en el cuadro verdiblanco anotaron cinco, destacando, como siempre, Joaquín Rodríguez (8).

Faggiano fallaba claros tiros liberados y Polanco seguía en la tónica de los últimos encuentros, penetrando a canasta siempre de forma atropellada, por lo que el uruguayo era casi la única vía para encontrar la canasta local aunque se animó Dedovic en ataque y los de Bruno Savignani, abusando de una zona que no está bien trabajada, se vieron con un +7 dos veces: 9-16 y 13-20 con una buena puerta atrás de Doménech, que aprovechó bien, con su trabajo en defensa, los minutos que le dio el técnico. Con Barcello descansando tras anotar un triple fue el madrileño Ander Martínez quien tomó las riendas y el Gipuzkoa acortó distancias para acabar el cuarto con 22-25 tras un triple de Berzins y la respuesta cerca del aro del ex bético Marcius.

Todo cambió en el segundo acto, en el que los triple de los locales empezaron a entrar y los de los visitantes iban al aro. A ello se sumó la aparición de Aurrecoechea haciendo daño por dentro y el Gipuzkoa se fue al descanso once puntos arriba (46-35).

Con el cuadro donostiarra presionando a menudo a toda cancha, el Gipuzkoa se fue hasta el +13 (51-38), aunque Joaquín Rodríguez no se rendía y clavó un lejano triple antes de que el pívot local pusiera el 53-41. Entonces un parcial de 0-7 le dio aire al Betis, pese a que Faggiano seguía fallando tiros liberados, lo que permitió al Gipuzkoa devolverle el parcial y poner el 63-51 tras una técnica a Bruno Savignani a 1.20 del final del tercer cuarto. La acción del entrenador heliopolitano surtió efecto. Más que ninguna de sus jugadas de pizarra. No pudo jugar peor el equipo vasco ese tiempo y encajó un 0-8 con dos triples de Joaquín Rodríguez y otros dos puntos de Polanco (63-59).

Barcello, el mejor anotador de la liga, apareció justo cuando su equipo lo necesitaba y el 74-67 tras dos triples de Ander Martínez parecían decantar el choque del lado guipuzcoano, más aún cuando a 2.30 de final puso el 82-74. Berzins hizo su último servicio al equipo con un triple que abría el parcial de 0-8 que permitió al Betis Baloncesto, todo fe, forzar la prórroga, primero, y ganar un encuentro que tuvo perdido varias veces de la mano de Polanco y Joaquín Rodríguez (sumaron 66 de los 94 puntos de valoración). Con ellos se puede ir a cualquier guerra.

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