Los primeros días oficiales del curso baloncestístico trajeron consigo el primer fichaje oficial del Betis para la próxima temporada. El elegido fue A. J. Slaugther, un escolta tirador que llega a San Pablo después de ser campeón con el Asvel de la Liga y la Copa Francesa.

Pero todavía restan muchos mimbres por firmar para la plantilla, ocho jugadores mínimo, y en ello anda la dirección deportiva. Pero uno de los principales quebraderos de cabeza de la dirección deportiva pone el foco sobre los cupos de formación, un caladero restringido y en el que son muchos los equipos que intentan pescar. De momento, con las renovaciones de Malmanis y de Almazán, el Betis se ha asegurado dos jugadores que cumplen con estas características. Por lo que tanto Juanma Rodríguez como Asier Alonso trabajan para, mínimo, traer dos más.

Uno de los que parece descartado es Pablo Aguilar, a pesar de que su nombre ha estado vinculado durante algunos días al Betis. Su condición de jugador cupo, así como su previa experiencia en la Liga Endesa lo convierten en un jugador muy apetecible en el mercado, máxime al contar con la carta de libertad tras su salida del Reggio Emilia.

Sin embargo, las pretensiones del cuatro granadino son importantes. Tampoco juega a su favor la aparición de Iberostar Tenerife como competidor por su fichaje. Su participación en competición europea lo convierte en una plaza mucho más atractiva para muchos jugadores que la de San Pablo. De ahí que su firma esté descartada desde la semana pasada.